Hay ciclistas que se llevan muy bien con La Vuelta a España y a los que la competición quiere. Uno de ellos es Kaden Groves, quien este miércoles consiguió imponerse en la línea de meta de Santander en un sprint en el que confirmó su poderío. [Así vivimos la victoria de Kaden Groves en la etapa 17 de La Vuelta]

El australiano se ha encontrado con un cielo abierto después del desafortunado abandono de Wout van Aert en la jornada de ayer. El belga tenía el maillot verde en sus manos, pero ahora lo porta Groves, quien aprovechó también la ausencia del ciclista del Visma para ratificar su poderío en la que seguramente habrá sido la última oportunidad para los sprinters.

Esta fue una jornada marcada por el mal tiempo. La lluvia y la sensación de frío acompañaron a los corredores durante una buena parte de la etapa, un contraste extremo con lo vivido dos semanas atrás cuando la competición marchaba por Andalucía.

Cuatro fueron los valientes que, después de la fatiga acumulada ayer con la subida tan exigente a los Lagos de Covadonga, se animaron a distanciarse del pelotón para protagonizar la fuga del día. Gregaard (Lotto Dstny), Champion (Cofidis), Guernalec (Arkea) y Xabier Isasa (Euskaltel Euskadi) poniendo el toque español. 

Nunca llegaron a tener una distancia lo suficientemente amplia como para pensar que tenían la victoria de etapa asegurada, pero sí que fueron capaces de desfondarse para plantar un bonito pulso al pelotón hasta los últimos kilómetros. Los fugados, que perdieron a Champion en los instantes finales, pusieron en jaque al gran grupo, que tuvo que apretar las tuercas.

Alpecin y un sorprendente Kern Pharma se hicieron con el mando del pelotón para poner ritmo cuando nadie más quería rodar a alta velocidad. Eran los grandes interesados en llegar al sprint, unos para Kaden Groves y otros para Pau Miquel, así que se entendieron y fueron capaces de echar la escapada abajo en el último momento.

Campenaerts hizo un intento desesperado para tratar de romper la llegada del sprint, y Schmid también hizo lo propio un poco después, pero la fuerza del pelotón fue demasiado grande.

Ya con la llegada lanzada, Kaden Groves fue imparable. Era el principal favorito, era el corredor más fuerte, y confirmó todos los pronósticos al hacerse con la victoria de etapa de manera contundente. La tercera en esta Vuelta, la séptima en total contando sus tres últimas participaciones. 

Fue un día en el que no hubo pelea entre los hombres de la clasificación general. Pese a que había de paso un par de puertos con rampas suficientemente duras, todos prefirieron guardar fuerzas para lo que está por venir en este tramo final de La Vuelta a España.