El fantasma de una Superliga femenina
La Federación desmiente la creación de una competición de fútbol femenino después de haberla anunciado públicamente.
14 octubre, 2015 01:10Noticias relacionadas
Con la bandera de la “promoción, desarrollo y potenciación” del fútbol femenino, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció en septiembre la creación “inminente” de una competición “de especial relevancia” que ha acabado finalmente en una promesa incumplida. La Federación negó a EL ESPAÑOL que se estuviese formando el nuevo torneo (como habían divulgado). Se trata de otra propuesta para mejorar esta modalidad deportiva que se pierde por el camino del conflicto entre la RFEF y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) por el control del fútbol femenino. Algo que hace sentirse a las jugadoras como un “arma arrojadiza”, en palabras de Fe Robles, Presidenta de la Asociación Española de Jugadoras de Fútbol (AEJF).
En busca de la profesionalización
La también miembro de la Junta Directiva de la Asociación del Deporte asegura que “los intereses de la RFEF y la LFP no les competen”, siendo su única pretensión al respecto que se forme la competición, siempre que se tenga en cuenta a las propias jugadoras de fútbol: “Se habla de nuestra vida, de nuestros horarios, pero no se dan cuenta de que sin mujeres que jueguen al fútbol no hay liga”.
Mientras que las futbolistas luchan por profesionalizarse, las dos asociaciones de las que dependen se critican entre ellos. En una reunión convocada por la LFP a finales de septiembre con la intención de crear una asociación de clubes femeninos, su presidente, Javier Tebas, recriminó a la Federación no haber respondido a la invitación al acto. Aseguró además que “el movimiento lo debe liderar la Federación junto a los clubes, y nosotros les estaremos apoyando. Pero si la Federación no asume su posición, estamos dispuestos a asumir el liderazgo”. Unas palabras que fueron acompañadas de la proclamación de que la Liga financiaría la creación de esta asociación con 150.000 euros.
Más presupuesto
Este ingreso iría junto a un paquete mayor: “Hablo de bastante más de un millón de euros para la liga la temporada que viene. Tiene que haber dinero para patrocinio, televisión... Y debe llegar dinero a los clubes para crear una estructura que, posteriormente, les permita crecer económicamente”, dijo Tebas. Precisamente por ese patrocinio recibió la RFEF una oferta de 6.600.000 euros por parte de la empresa CGP Sport, facilitada por Seyer Gestión, que había llegado a un acuerdo con la propia Federación para desarrollar y comercializar las competiciones de fútbol femenino.
La oferta fue ignorada por parte de la Federación y la empresa intermediaria interpuso una demanda, ya admitida a trámite. “Bajo ningún concepto deben enterarse ni los clubes ni las jugadoras”, fue el mensaje verbal que recibió Seyer Gestión de la Federación, según el comunicado que emitieron. José Miguel Mata, su coordinador de comunicación, cuenta que el dinero logrado por el acuerdo era mayor al invertido en la estructura de cada partido, con lo que quedaría un remanente.
Contratos de 'pizzeras'
En la actualidad ya existe una Primera División femenina, que tras muchos cambios de formato ha acabado con un torneo de 16 equipos. Sin embargo, esta competición no es considerada profesional, como tampoco las futbolistas. En algunos casos, para que tengan contrato, se las ficha como 'pizzeras'. "Todo el mundo puede tener contrato profesional, pero no de futbolista, porque no hay patronal. No son profesionales porque no hay liga", lamenta Robles, que sin embargo vislumbra posibles mejoras en un futuro cercano: “Existe intención de los clubes de crear una asociación, hasta ahora se veía como ciencia ficción”.
Natalia Orive, presidenta de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala Femenino (que firmó el acuerdo con la RFEF junto a Ángel María Villar para divulgar el fútbol y fútbol sala femeninos), comenta que el asunto de las federaciones fuera de España es peor aún: "En otros países no escuchan ni ayudan como aquí". En lo referente a la creación de una competición, cree que "se podría hacer más, pero poco a poco”. Más escéptico sobre la Federación se mostraba Tebas, que buscando una reunión entre ellos para tratar el tema aseguraba que ya había mandado 71 cartas, “esperando tener más éxito” con la última.
Las becas se quedan cortas
En el mismo comunicado en el que se hacía referencia a la nueva competición, la RFEF notificaba la emisión de unas becas que se habían publicado ya en marzo y de las que todavía no se ha transmitido una lista con nombres para las destinatarias. Fe Robles también se refirió a ellas, calificando de “muy lentos” a los encargados de ejecutarlas. Explicó que el convenio entre el organismo que dirige y la RFEF buscaba una inversión mayor, que se destinaría principalmente a tres pilares: la posibilidad de que las jugadoras de la selección recibieran mayores ingresos por las concentraciones, que las futbolistas no tuvieran que trabajar para poder jugar y que se formasen más técnicas y árbitras.
Los 120.000 euros otorgados para las becas y formación por la federación “se quedan cortos” para la Presidenta de la AEJF. Esa cifra se divide a partes iguales entre fútbol y fútbol sala y equivale a un aporte de una media de 450 euros para 150 jugadoras. Otro montante va para entrenadoras y colegiadas. De cara a posibles soluciones, se muestra esperanzada en que "el año que viene sea más regulado, ya que se está creando una estructura". Asimismo lamenta que, en general, la modalidad deportiva en la que figura no tuviera más apoyos: "No se dan cuenta de lo que mueve el mundo del fútbol femenino".
“Ahora el coche está parado, pero vamos a empujarlo y vendrán las cosas”
Por su parte, Natalia Orive explica que existe poca celeridad por parte del organismo federativo y que hay que insistirles mucho para conocer la información sobre las becas. Se refirió la jugadora del Alcorcón a la partida de apoyo consistente en un millón de euros para promover el deporte femenino y a la que renunció la RFEF por no contar con la suficiente representación femenina en su junta directiva.
El fútbol femenino se parece actualmente el hijo que dos padres divorciados utilizan para echarse en cara entre ellos, y al que se le prometen cuidados que finalmente no se producen. Su estado actual lo definió a la perfección el presidente de la Liga. En el acto sobre la creación de la asociación de clubes dijo sobre el estado de la profesionalización: “Ahora el coche está parado, pero vamos a empujarlo y vendrán las cosas”.