Ángel María Villar no es presidente interino. Sin embargo, fue quien presidió la reunión del Comité Ejecutivo de la UEFA donde las 54 federaciones nacionales adscritas al organismo continental manifestaron su apoyo incondicional y unánime a Michel Platini. El mismo Michel Platini suspendido durante 90 días por la UEFA por las sospechas de corrupción. El mismo Michel Platini candidato a la presidencia de la FIFA. El mismo que ha puesto al presidente la RFEF en una situación indeseada.
No es el español ajeno a los focos, aunque queda claro su alergia hacia ello. Desde que el pasado mes de mayo estallase el escándalo de la FIFA, Villar se ha mantenido en un plano absolutamente secundario, reduciendo sus apariciones públicas al mínimo, y eso por no hablar de sus declaraciones. La estrategia de la paciencia le ha rendido réditos considerables al vasco y en esta ocasión parece que seguirá la misma línea.
Como 'vicepresidente primero' de la UEFA la correspondería el cargo de presidente interino de la misma forma que el camerunés Issa Hayatou ha hecho lo propio en la FIFA en sustitución de Joseph Blatter. Sin embargo, la unanimidad con que Platini fue reelegido para su cargo al frente del fútbol continental se ha vuelto a mostrar en Nyón en forma de apoyo (casi) incondicional del Comité Ejecutivo y de las 54 federaciones que lo integran.
"Respaldamos el derecho al debido proceso, a un juicio justo y a la oportunidad (de Platini) de limpiar su nombre", señaló Gianni Infantino, secretario general de la organización, en la multitudinaria rueda de prensa en la sede suiza de la UEFA. Una tanda de preguntas en las que Infantino insistió en la necesidad de abreviar lo máximo posible el proceso y en que las elecciones a la presidencia de la FIFA no pueden ni deben retrasarse más allá de la fecha original, fijada el próximo 26 de febrero de 2016.
Además, Infantino respaldó la posición de Ángel María Villar en relación a la que está sometido el español por su posicionamiento y su negativa a prestar declaración ante la FIFA por el caso de las concesiones de las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.