Rafa Benítez comparaba, en la previa de su equipo contra el Celta, un SEAT Ibiza con un coche de Fórmula 1, asegurando que son estos últimos los que fuerzan el motor y por ello pueden romperse. Tiene razón el entrenador del Real Madrid, y su conjunto se parece más al automóvil de la marca española que a un monoplaza en manos de Fernando Alonso. No aprovecha sus posibilidades al límite, aunque se muestra como un equipo resistente, como esos modelos antiguos de Ibiza que aguantan el paso del tiempo y todavía se dejan ver por las calles. Esa posibilidad de soportar las adversidades se la da al conjunto blanco Keylor Navas. El guardameta costarricense, que sólo encajó en el 84 ante Nolito, hizo de mecánico blanco para que los goles de Cristiano Ronaldo, Danilo y Marcelo (1-3) condujesen a los blancos al liderato en solitario.
Corría el minuto siete y el portugués quiso hacer honor a su dorsal. Lucas Vázquez, la sorpresa en el once inicial, partió desde la izquierda y puso un balón al segundo palo. Jonny había dejado un espacio en la defensa del Celta y el máximo goleador de la historia blanca no lo desaprovechó, rematando con su pierna diestra el balón desde dentro del área. El acierto de cara a portería no había sido el esperado frente al PSG en el partido de Champions pero la defensa de los vigueses dio más facilidades al Real Madrid.
Primer capítulo de un guión soñado por Rafa Benítez que podía confiar el partido a su entramado defensivo. No le importó al entrenador madridista que fuese el Celta quien ocupase el papel de equipo grande en ese momento. No era tampoco inesperado de un equipo que llegaba al duelo empatado a puntos, con su rival y con el Barcelona, en el primer puesto de la clasificación. El tridente celtiña formado por Nolito, Iago Aspas y Orellana empezó a generar peligro en el área del Real Madrid.
Se cumplía lo esperado y el conjunto blanco, con un tridente de circunstancias debido a las lesiones, infundía el miedo habitual en la defensa rival. Fue esa contundencia en labores de destrucción la mayor diferencia del encuentro entre ambos equipos. Más débil en los locales y que daba alas para los contrataques al equipo blanco. En él formaron tres hombres en punta. Junto a Cristiano jugaron Jesé, asistente en el primer tanto, y Lucas Vázquez, que dio el pase del segundo. Una jugada colectiva en el minuto 23 encontró a Danilo en la derecha que buscó su palo ante Sergio Álvarez, que no pudo hacer nada ante el disparo seco.
Fue entonces cuando comenzó el festival de Keylor Navas. Ya antes del segundo tanto había detenido un disparo de Orellana. Tras el gol lo intentaron varios jugadores del Celta sin resultado. Jonny con un lanzamiento lejano, Iago Aspas a bocajarro, y Pablo Hernández con un cabezazo. En todos los casos aparecieron los reflejos del nuevo santo blanco.
Cristiano Ronaldo quiso aprovechar el partido tras el descanso para aumentar su cuenta goleadora y el portugués lo tuvo de cara en varias ocasiones. Enfrente se encontró a Sergio Álvarez, que quiso estar a la altura de su equivalente en la portería contraria y detuvo los mano a mano contra el luso. El viento a favor de los blancos había empezado a sonar más fuerte con la expulsión Gustavo Cabral en medio de un carrusel de cartulinas. Las protestas por una falta de Pablo Hernández a Sergio Ramos acabaron con cuatro amonestados. Entre las tarjetas que repartió Clos Gómez estuvo la segunda al central del Celta, que se quedó con un hombre menos con 35 minutos por delante.
No supo aprovechar esa circunstancia el equipo de Benítez para sentenciar, a pesar del balón en el palo que estrelló Isco. De hecho, fue el Celta quien seguía haciendo de equipo líder. Marcelo sacó una ocasión bajo palos y mas tarde Navas se quedó tocado tras sacar un mano a mano a Iago Aspas. Nolito no se rindió y buscó la escuadra del costarricense, el único lugar al que no podía llegar. Metió el miedo a los blancos que vieron los cinco minutos de descanso como un castigo a su partido serio pero insulso. Marcelo, ante un nuevo fallo de Cristiano en el mano a mano, quiso añadir algo de azúcar a ese descafeinado final con un tanto que cerró el partido. El duelo de invictos se lo llevó el Real Madrid que sigue siendo el equipo más goleador y el menos goleado y también el líder de la competición.