Las declaraciones incendiarias de Valentino Rossi en la conferencia de prensa previa al Gran Premio de Malasia, en las que acusó a Marc Márquez de beneficiar intencionadamente a Jorge Lorenzo de ralentizar la carrera de Phillip Island, han conseguido que todos los focos apunten hacia el piloto español del equipo Repsol Honda cuando éste ya ni siquiera está inmerso en la pelea por el título de campeón del mundo de MotoGP. Cualquiera de sus movimientos en pista es mirado con lupa, como cuando ambos coincidieron en la tercera sesión libre y prácticamente se pararon porque ninguno quería tirar. O como cuando en los primeros compases de la clasificación fue Márquez el que dio el estirón con Lorenzo pegado a su rueda.
“Tras las palabras de Rossi, hay muchos más ojos puestos en mí. Yo haré mi carrera, como hice en Australia, e intentaré ganar. Está claro que siempre intentas ir con más tiempo, pero si tienes que adelantar en la última vuelta, como hice con Jorge en la frenada, lo haré aunque sea mi compañero de equipo u otro piloto”, avisa Márquez, que parte desde la segunda posición de la parrilla de salida, justo entre Pedrosa, autor de la pole, y Rossi.
El piloto italiano de Yamaha, que en la sesión de clasificación contó con la ayuda inestimable de su compatriota Andrea Iannone, dispone en el trazado malasio de su primera bola de partido para coronarse campeón. Sus opciones pasan por ganar la carrera y que Lorenzo no acabe entre los cinco primeros; si es segundo, el español no tiene que terminar entre los 10 primeros; y si es tercero, Lorenzo tiene que ser decimoquinto o peor. Unas combinaciones que Il Dottore no cree que se produzcan en Sepang cuando comienza a sentir una presión que él ha trasladado desde dentro hacia afuera de la pista.
“La tensión empieza a subir y durante la noche repasaré mentalmente las curvas, el circuito, y todo… Pero eso es bastante bueno, porque aunque duerma menos la tensión me dará más energía al levantarme. Será una víspera normal. Iré al hotel, comeré algo y trataré de dormirme pronto, pero esto es algo que nunca ocurre. Y mañana vendré al circuito con la esperanza de que el tiempo aguante y tengamos una carrera en seco”, pronostica Rossi para una carrera en la que Pedrosa, con un ritmo superior, parte como favorito en una pista en la que ha ganado en cuatro ocasiones y donde ve los toros desde la barrera.