Si usted no es del Atlético –lo más probable, pues sólo un 6% de los españoles se declaran colchoneros según el barómetro del CIS de 2014– habrá vivido tranquilamente durante el fin de semana y habrá encarado el lunes como otro cualquiera. En cambio, si por alguna razón inexplicable se declara abiertamente seguidor rojiblanco, seguramente esté nervioso desde las 18:45 del sábado por la tarde, hora en la que Tiago cayó al suelo y se empezó a confirmar la tragedia.
El portugués se perderá casi todo lo que resta de temporada por una lesión en la tibia. ¿Resultado? El Cholo Simeone tiene ante sí el reto más complicado de este curso: sustituir al que hasta ahora había sido el capitán general de su equipo. Y ese papel –o marrón, según se mire–, a priori, le tocará a Matías Kranevitter, que se incorporará a los entrenamientos tras disputar el Mundialito de clubes con River Plate.
“El mejor alumno del instituto Mascherano”, como lo definió el periodista argentino Juan Pablo Varsky, nació en Yerba Buena (Provincia de Tucumán) y no tenía intenciones de ser futbolista. Kranevitter, el mayor de seis hermanos, dedicó su infancia a estudiar y ayudar a su familia: su padre era taxista y su madre, ama de casa. Iba a la escuela por la mañana y se escapaba a un campo de golf por la tarde para hacer de caddie (asistente) de su tío César Castillo y su primo Andrés Romero, jugador del circuito estadounidense de la PGA -la NBA del golf-. “Me pagaban 15 pesos. Le daba 10 a mi mamá para que cocinara y me quedaba con cinco para mis cosas”, reconocía en una entrevista concedida a El Gráfico.
Matías, como lo nombran sus más allegados, estuvo en disposición de ser golfista. De hecho, según ha confesado en más de una ocasión, no se le daba nada mal. Sin embargo, la vida quiso llevarle por otro camino. Después de militar en el San Martín de Tucumán, equipo que tuvo que dejar por no poder pagar la cuota del club, lo convocaron con la selección sub-15 y, en ese momento, cambió su vida. Uno de los ojeadores habló con él y le ofreció hacer una prueba para jugar con las categorías inferiores de River Plate. Y así fue. A sus 14 años, empezó a jugar en la Octava división y desde ese momento no ha parado de dar pasos de gigante.
En poco más de tres años con el primer equipo, Kranevitter se ha convertido en una de las grandes promesas del fútbol argentino. Con River ha ganado una Copa sudamericana (2014), una Recopa sudamericana (2015), un trofeo de Primera división (2014) y la Copa Libertadores (2015). Además, disputará el Mundialito de Clubes el próximo 16 de diciembre antes de incorporarse al Atlético de Madrid.
¿Por qué Kranevitter?
El Cholo Simeone pidió otro mediocentro durante el mercado estival. Entre los candidatos se encontraban Thiago Motta, jugador del PSG, y Toulalan, del Mónaco. Sin embargo, se optó por alguien más joven y con más proyección: Kranevitter, de 22 años. Incluso, se llegó a hablar de que se incorporara el pasado verano, pero finalmente River ganó esa batalla y ambos clubes acordaron su incorporación tras el Mundialito de clubes. Para hacerse con el 100% del pase del argentino, el Atlético pagó ocho millones de euros que ingresará en cinco plazos (hasta el 31 de enero de 2017).
A pocos meses de su llegada, Kranevitter es el jugador que necesita el Cholo para suplir a Tiago. El mediocentro argentino es lo más parecido a Mascherano que ha dado el fútbol argentino en los últimos años: es disciplinado, mantiene el orden defensivo, sale con la pelota jugada desde atrás, combina bien en corto y, sobre todo, es un aventajado en el arte de robar balones. Es decir, es un jugador completo y con proyección, con capacidad para adaptarse al estilo de Simeone y con un talento innato, como reconoció Tévez tras jugar contra él: “Me ha sorprendido mucho”.
Otras posibilidades
Kranevitter es una perla. Eso no hay nadie que lo dude en el Calderón. Sin embargo, la directiva no ha cerrado la puerta a la posible llegada de otro mediocentro. Entre los candidatos, de nuevo, vuelve a estar Toulalan, el jugador que mejor responde a los requisitos que busca el Cholo Simeone. El francés conoce la Liga española, puede adaptarse con facilidad y podría jugar la Champions League porque el Mónaco fue eliminado en la previa. Esa es una opción; la otra sería apostar por Moutinho, aunque su juego diste mucho del de Tiago.
Dicho todo lo anterior, y hasta que llegue Kranevitter, el Cholo necesita cubrir su baja desde ya con los jugadores que están a su disposición. Entre las variantes que contempla: colocar a Saúl en esa posición y no como interior, darle una oportunidad al canterano Thomas –mediocentro puro– o dejar a Gabi solo en esa parcela e introducir a alguien más ofensivo. Todos ellos, candidatos a ocupar la posición de Tiago y no abandonarla en toda la temporada. Tarea complicada, en cualquiera de los casos.