La final de la Supercopa mauritana entre los clubes FC Tevragh Zeina y ACS Ksar duró media hora menos de lo esperado y tampoco tuvo prórroga. Corría el minuto 63, con 1-1 en el marcador, cuando el presidente de la república de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz, decidió parar el partido porque se aburría y ordenó ir directamente a los penaltis para resolver el ganador de la Supercopa.
La federación de fútbol de Mauritania colapsó con miles de mensajes que pedían explicaciones sobre un hecho insólito y que, según medios locales, no pudieron ser respondidas.
Según informa 'La Gazzetta dello Sport', Ahmed Ould Abderrahmane, presidente de la federación mauritana, negó "con la mayor firmeza" la intervención del Presidente de la República. "Simplemente", afirmó, "se quiso acabar el partido antes de tiempo por cuestiones organizativas, de acuerdo con los presidentes y los entrenadores de ambos equipos".
Poco después, no obstante, fue el propio presidente quien ofreció su propia explicación: "Que se acabe un encuentro antes de tiempo, si ambos equipos están de acuerdo, no significa violar la ley, porque es un solo partido y no está relacionado con ningún otro competidor. El fútbol es famoso por su flexibilidad, especialmente cuando todas las partes lo aceptan".
El FC Tevragh Zeina acabó levantado la Supercopa después de ganar en la tanda de penaltis.