El ser humano, a menudo, necesita de años para ganar madurez y desarrollar su personalidad. Los más optimistas dicen que a los 18 ya se pueden percibir algunos matices, pero la realidad es que hasta los 20 o más no se llega a completar dicho proceso. Eso es lo normal. Sin embargo, hay personas que, por diferentes motivos, crecen mentalmente con mayor rapidez. Y equipos, como el Atlético, que lo hacen a velocidad de crucero. O al menos eso es lo que subyace bajo el manto de robustez del conjunto del Cholo que, desde su llegada, dotó a los suyos de un sello que se aprecia en cada uno de sus encuentros. Y que le sirve para mantenerse peleando con Madrid y Barça por la Liga. Sólido, eficiente y con esa productividad de la que lleva haciendo gala toda la temporada. De nuevo, con una victoria por la mínima ante el Granada (0-2) que le sirve para ser segundo.
El Atlético, equipo de autor por excelencia, dio una muestra más de su personalidad en los Cármenes. Sin Tiago, al que homenajearon sus compañeros con una camiseta en la previa del partido, pero con Gabi haciendo de mediocentro y dos escuderos a su lado: Koke y Saúl. Con ellos en el centro del campo, el Atlético volvió a mantener el control de la pelota y llevar la iniciativa durante los primeros 20 minutos hasta inaugurar el marcador en un córner. Koke la puso y Godín apareció solo en el primer palo para cabecear y mandarla para dentro, una jugada con su sello.
Marcado el gol, el Atlético se comportó como acostumbra. Apelmazó la pelota en los pies y no cedió en defensa, sin dejar tirar al Granada durante toda la primera parte entre los tres palos. Y eso le sirvió para seguir avanzando, con ese vértigo tan común que separa la delgada línea entre las derrotas y los empates. Porque lo cierto es que los locales tuvieron ocasiones para poner las tablas en una buena ocasión de El-Arabi. Pero, ya saben, los errores al final se pagan.
El gato al agua se lo llevó finalmente el Atlético. La tuvo primero Torres en un uno contra uno que erró delante de Andrés, postergando de nuevo ese gol número 100 que se le resiste desde hace varias jornadas. No obstante, el segundo lo hizo el de siempre: Griezmann. El francés recibió un pase entre líneas de Óliver -entró en la segunda mitad- y la mandó a la escuadra, el que es su séptimo tanto en Liga y el undécimo de esta temporada.
Con el partido sentenciado, el Cholo dio entrada a Thomas, como ya hiciera contra el Espanyol. El canterano, mediocentro puro, va ganando enteros para ser el sustituto natural de Tiago en las próximas temporadas. Eso sí, con el permiso de Kranevitter. En cualquier caso, juegue quien juegue, el Atlético sigue segundo y es claro candidato para pelear con Madrid y Barça por la Liga. Y con eso es suficiente. De momento.