Mourinho-Casillas, duelo a muerte en Stamford Bridge

En la última jornada de la fase de grupos de la Champions hay un partido que destaca por encima de los demás, un encuentro a vida o muerte entre dos archienemigos del fútbol contemporáneo. El Oporto de Iker Casillas visita Stamford Bridge, donde José Mourinho necesita una victoria más que nunca –literalmente- que no sólo catapultaría al Chelsea a la siguiente ronda, sino que salvaría de forma momentánea una temporada horrible en lo deportivo.

El grupo G lo decidirá ese partido, donde portugueses e ingleses llegan empatados con 10 puntos a la última jornada. En la tercera plaza espera agazapado el Dinamo Kiev con 8 puntos, que con una victoria a priori fácil ante el Maccabi, tiene la clasificación asegurada dependiendo de lo que ocurra en Stamford Bridge, pues el perdedor caería eliminado. En el supuesto de un triple de empate, el Chelsea pasaría directamente, mientras los macabeos dejarían fuera al conjunto portugués.

Para aclarar la niebla deportiva que cubre al equipo londinense desde principios de temporada el magnate ruso y dueño de la entidad Roman Abramovich ha confesado a la BBC que sería un error despedir al entrenador luso. Los mismos sentimientos ha expresado Sir Alex Ferguson sobre una posible de destitución de Mourinho: “Si miras su carrera, siempre ha sido un éxito. Prescindir de sus servicios sería un error.” Sin embargo, son varios los medios británicos que han publicado un hipotético últimatum de Abramovich a Mourinho para los encuentros de los 'Blues' de esta misma semana.

Casillas ha encajado seis goles en esta Champions. Carl Recine Reuters

Más allá del que posiblemente sea el partido con más morbo en mucho tiempo en el fútbol europeo, estas son las opciones de la última jornada de la fase de grupos.

EQUIPOS ESPAÑOLES

Pase lo que pase el Barcelona pasará como primero del grupo E, donde todavía está por decidirse la segunda plaza entre Roma, Bayer Leverkusen y BATE Borisov. Luis Enrique ha dado descanso a varios de sus efectivos ante el Leverkusen en un duelo trascendental para los germanos de cara a seguir compitiendo en Europa.

El Real Madrid juega en casa contra el Malmoe en un duelo a priori fácil para el conjunto blanco. Al igual que Luis Enrique, Rafa Benítez ha dado descanso a varias de sus estrellas pues la clasificación ya está conseguida. El PSG, con 10 puntos en el grupo A, tres por detrás del Madrid, pasará a la siguiente fase.

El Sevilla es el colista del grupo D y está obligado a ganar a la Juventus, primera de grupo, para entrar en Europa League. El Manchester City, segundo de grupo con 9 puntos buscará la primera plaza -con ayuda del Sevilla- ante el Borussia de Monchedgladbach en el Etihad Stadium.

En el grupo H, con 15 puntos, el Zenit será primero sí o sí, aunque tendrá en su mano darle el pase al Valencia como segundo clasificado, pues el conjunto ché, en el que debutará en el banquillo Gary Neville, tiene la obligación de superar en Mestalla a un Olympique de Marsella ya eliminado y esperar que los rusos impidan una victoria de los belgas en Ghelamco Arena.

Gary Neville se estrena este miércoles en el banquillo ché. Kai Försterling Efe

Por último, el Atlético de Madrid ya tiene reservada su plaza en los octavos de final, aunque los del Cholo Simeone se juegan ser primeros de grupo contra el Benfica en el escenario del crimen. Los rojiblancos necesitan los tres puntos para ser primeros, pues tanto el empate como la derrota en Lisboa deja a los colchoneros en la segunda plaza.

RESTO DE LA JORNADA

En el grupo B está todo por decidir: Wolfsburgo, Manchester United y PSV se encuentran con 9, 8 y 7 puntos respectivamente. En un duelo vital para el United en Alemania, Van Gaal ha dejado en casa a Ander Herrera, Schneiderlin y Rooney. El PSV tiene el encuentro más fácil, recibiendo en casa al CSKA de Moscú, ya eliminado.

Otro grande europeo que podría caer eliminado es el Arsenal, tercero del grupo F con 6 puntos, detrás del Bayern Múnich (12) y Olympiakos (9). Los de Wenger visitan el infierno griego donde necesitan ganar para no ser expulsados de la competición en primera fase, lo que sería un desastre en toda regla.