Llegar al campo del rival, y que éste exhiba los cinco títulos conseguidos durante todo el año tiene que asustar un poco. Si además se lesionan los dos centrales del equipo, pitan penalti en contra, el entrenador es expulsado por protestar y se recibe un gol en contra, está claro que la balanza empieza a a quedarse algo desnivelada. Más incluso cuando el Barça, el equipo que ha enamorado al mundo en 2015, hace méritos para golear y romper récords en una noche en la que al Betis le lanzaron una maldición.
Tras la felicitación protocolaria de los andaluces al conjunto de Luis Enrique, comenzó un partido que incluso pareció igualado durante un rato. Con cierta superioridad culé, pero nada del otro mundo en cuanto cualquier equipo que llega al Camp Nou. No fue hasta una salida de Adán, en la que contacta con Messi, que fue señalada como penalti por el colegiado, cuando el partido se puso de color blaugrana. El argentino se tuvo incluso que retirar en camilla, con el codo dolorido, pero pudo continuar el partido.
La pena máxima la lanzó Neymar al palo y el rechace lo peleó Rakitic con Westermann. El alemán fue el vencedor del duelo aunque sin mucha fortuna ya que golpeó el cuero para marcar en propia. Infortunio tras infortunio porque las protestas de Pepe Mel por el penalti anotado provocaron la expulsión del técnico.
No pasó mucho tiempo hasta que Messi, ya recuperado, y Neymar, empezasen a combinar y hacer la magia que les caracteriza. Una sucesión de pases entre ambos la aprovechó el argentino para marcar el segundo y casi sentenciar el encuentro.
Con esa ventaja de dos goles se iban los blaugrana al descanso. Y no le pareció suficiente. Ni eso ni una cifra tan redonda como la de los 500 partidos que cumplía Messi con el Barcelona. El equipo quería más récords y qué mejor que el de goles en año natural.
No saciado, el Barcelona salió a por más de vestuarios ante un equipo rendido, algo provocado por las lesiones de Westermann y Bruno en la primera mitad. Mel se había quedado sin la base de su equipo, la que formaban la pareja de centrales.
El tanto de Luis Suárez, a pase de Busquets, tras comenzar el descanso cerraba un 2015 de ensueño con récord de goles en año natural (179 tantos). Y el uruguayo, que quería más, anotó el segundo tras un gran pase de tacón de Neymar, al que empataba como máximo goleador. El brasileño no marcó ante el Betis pero estuvo muy acertado en el pase.
Fueron los goles el reflejo de las ocasiones del Barça, con varios palos y una mano de Adán espectacular para desviar una falta de Messi. Poco le importaba al Barça lo lgorado, tanto durante el año como durante el partido. Nada le preocupaban las victorias de Real Madrid y Atlético, que intentan meter presión. El Barcelona dio ante el Betis una clase de cómo hacer un año perfecto.