Año nuevo, misma maldición
En 2012 el Barça, tras el Mundialito, empató ante el Espanyol en una Liga que ganó el Real Madrid.
3 enero, 2016 01:43Noticias relacionadas
El reluciente campeón del mundo llega, en medio del aplauso generalizado, a Cornellà, el estadio de su vecino Espanyol tratando de sumar tres puntos que pueden decidir una Liga. De allí, el conjunto blaugrana sólo araña un punto, algo que da vida a su máximo rival, el Real Madrid. La historia que se dio el sábado en Barcelona fue un calco de lo que ya sucediera en 2012, en un campeonato que acabaron conquistando los blancos.
Lo intentaron los de Luis Enrique, que no encontraron más que la madera, y el partido acabó sin goles. Hace cuatro años el 1-1 casi sentenciaba el torneo a favor del Real Madrid. En esta ocasión, puede suponer para los de Benítez una mano a la que agarrarse para no caer al precipicio.
En el partido que servía para bajar las uvas de Año Nuevo, la gran intensidad con la que los hombres de Constantin Gâlcă favorecieron que el Barcelona no dispusiese de su mejor fútbol, algo a lo que se sumó su falta de puntería. Algo que en lo que va de año ha sido la seña de identidad, con el tridente Messi-Neymar-Suárez en estadio de gracia, y que será clave en los dos derbis coperos que tendrán lugar en los próximos días.
El día de Reyes ambos conjuntos disputarán en el Camp Nou la ida de los octavos del torneo, un encuentro que volverá a Cornellá una semana más tarde, el día 13. El primer mes de 2016 exigirá lo máximo al equipo campeón del mundo. Tras no superar la primera prueba, los dos encuentros restantes contra el Espanyol serán un nuevo test, acompañados de las visitas de Granada y Athletic de Bilbao, además de cerrar el mes con un duelo de altura ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou el 30 de enero. Sólo ante el Málaga, siete días antes, tendrán que salir los culés de Barcelona.
De cara a estos retos deberá recuperarse el Barcelona del empacho habitual, tras lo que ya parece una maldición tras vencer el Mundial de clubes. Hace doce meses el Real Madrid comenzó, perdiendo ante el Valencia, su bajada de los cielos a la más profunda nada justo después de vencer el Mundialito, coincidiendo, como en el caso del Barcelona, con el comienzo del año.
Lo que el empate a cero ante el Espanyol dejó claro por repetición fue la mortalidad a la que está sometido esta temporada el equipo de Luis Enrique. A pesar de todos los trofeos logrados no se trata de un equipo imbatible. Dos derrotas y tres empates en 17 partidos son la muestra de ello. Algo que su entrenador recibe con filosofía ante la pregunta sobre el pinchazo con el que su equipo ha iniciado el 2016: “Alguno puede pensar que hemos perdido dos puntos y otros que hemos ganado uno".