Los dos conjuntos menos goleados de La Liga se verán las caras este fin de semana en el Camp Nou. Barcelona y Atlético se presentan en la jornada 22 con 16 y 8 goles encajados respectivamente. Pero más allá del parámetro “básico” de goles encajados, analizamos el papel de las defensas, con especial énfasis en los porteros, Jan Oblak y Claudio Bravo, en una temporada en la que están muy por encima de los demás guardametas.
LOS PORTEROS
Claudio Bravo, al igual que la temporada pasada, el portero que más balones para de aquellos que van entre los tres palos, con casi un 85% de pelotas frenadas, como se puede apreciar en el siguiente gráfico.
Pegado a él está Oblak del Atlético de Madrid. El esloveno ha dejado la portería a cero en 14 ocasiones por las 10 del chileno. Pero más allá del soberbio porcentaje de ambos llama la atención la diferencia entre ellos dos y el tercero, Jaume a día de hoy. También es reseñable el bajón que ha sufrido Keylor Navas respecto al principio de temporada, donde superaba los registros de De Gea.
LA DEFENSA
Más allá de los fallos puntuales que pudo cometer el Atlético contra el Celta en la vuelta de Copa, el conjunto del Cholo defiende de forma magnifica. No solo los defensas, pero como conjunto en sí. Aunque la derrota en Copa pueda minar la moral de ciertos miembros de la plantilla rojiblanca, esto no quita la gran temporada que están haciendo en defensa.
Como se puede observar en el gráfico anterior, el Atlético de Madrid, está tres desviaciones típicas por encima del resto en remates en contra por gol encajado. Por debajo de la media de la competición tanto en disparos recibidos como en disparos necesarios para encajar un gol, la actitud del equipo es sublime en cuanto el esfuerzo repartido en cada encuentro.
El Barça, que ha recibido más goles que el conjunto del Manzanares, también está recibiendo diez disparos en contra por encuentro, situándose por debajo de la media de los equipos de la liga. Ambos clubs se enfrentan en un duelo que decidirá, en gran parte, La Liga, y no debería sorprender a nadie, si las defensas son protagonistas.