Los de Luis Enrique se presentan líderes en la vigésima tercera jornada de campeonato con 51 puntos y una jornada menos, tres puntos y gol average por encima del Atlético de Madrid, y siete puntos por encima del Real Madrid -a falta del encuentro ante el Espanyol- junto con el gol average salvo milagro en el Camp Nou. Con Villarreal como salida más difícil, la pregunta imperante es, ¿dónde puede perder el Barcelona?
Obviando el evidente desgaste de los partidos de Copa del Rey ante el Valencia y los partidos de Champions, el Barcelona se ha situado en la pole position de manera destacada para llevarse el título nacional.
El Barcelona ha ganado 34 de sus 51 puntos en el Camp Nou, donde sigue invicto y tan solo ha empatado un encuentro. De los partidos ‘difíciles’ que le quedan en casa destacan las visitas de Real Madrid, Valencia y Sevilla. De estas tres visitas solo ha perdido contra el Sevilla. Al Real Madrid le goleó en el Santiago Bernabéu, y empató contra el Valencia, entonces entrenado por Nuno. Las salidas de Barcelona tampoco asustan a los de Luis Enrique, que solo verán dos estadios complicados en el calendario de viajes: Anoeta y El Madrigal.
El equipo encara una recta final de temporada con el calendario muy a favor. Además, incluso en los partidos complicados, el control de los encuentros suele ser excelente. El Barça ya está en ese tono que sabes que va a terminar generando ocasiones. Incluso cuando el rival se le sube a las barbas, como pasó frente al Málaga, el conjunto azulgrana siempre esquiva los escollos de manera sobresaliente.
Los refuerzos de Arda Turan y Aleix Vidal le han venido a Luis Enrique como anillo al dedo. Los minutos que ambos han disputado han sido de calidad y dan amplitud de opciones a un cuerpo técnico que empezaba a tener en noviembre overbooking de canteranos en el banquillo.
Mientras los azulgranas suman los puntos de tres en tres y pinchan con poca frecuencia, sus rivales no han sido capaces de aprovechar los altibajos culés. El Real Madrid ya ha sufrido esta situación más de una vez en la presente campaña, donde se ha atragantado más de una vez ante la presión de verse obligado a ganar para recortar. Con el acoplamiento de Zidane al primer equipo y viceversa, el Barça ve a su eterno rival sufrir para arañar puntos a la clasificación.