Como si de una conquista se tratara, China ha irrumpido con fuerza en el panorama futbolístico sin apenas importarle los números. El fichaje de Jackson Martínez ha sido la última guinda del pastel que está conformando el gigante asiático.

Los 42 millones que han pagado por el colombiano se suman a los 26 por Ramires, los 18 por Gervinho o los 13 por Guarín. En total, más de 250 millones de euros que hacen de la Superliga de China la competición que más ha gastado en este mercado de invierno. De los cinco traspasos más caros de este mercado, cuatro son suyos, aumentando en más de un 60% el dinero invertido respecto a hace un año.

Gasto comparado en el mercado de invierno.

Por si fuera poco, su segunda división es la cuarta liga del mundo que más ha gastado, por encima de la liga española, alemana o francesa. Uno de sus equipos, el Quingdaoo Huanghai, fichó esta semana a Yuri de Souza, jugador de la Ponferradina. "Allí cobrará diez veces más aquí", reconocía el presidente del cuadro berciano, José Fernández. Ante eso poco se puede hacer.

Expansión sin frenos

El poderío chino llega a ser tal que hasta han 'comprado' una competición entera: la segunda división de Portugal. El acuerdo, en un principio, es solo comercial (como BBVA con la Liga Española), imponiendo su nombre para llamarla 'Ledman Proliga', además de hacerse con el total de los derechos de imagen de los futbolistas y los derechos televisivos. Pero lo que va ligado también es un acuerdo tácito, que supone una clara intromisión deportiva en los equipos.

Ledman obligará a que los diez mejores equipos tengan en sus filas a, al menos, un jugador chino. A los futbolistas que vayan a Portugal los elegirá la propia compañía asiática, como confirmó su dueño, Martin Lee, que contó todos los detalles del acuerdo, ante el estupor de los representantes de la Liga Profesional de Portugal y su presidente, el exárbitro Pedro Proença, que tuvo que limitarse a negar que la cuota existiera, alegando que era "una posibilidad remota".

Fue la contestación de Proença ante las críticas generalizadas que recibió por parte de entrenadores, clubes y futbolistas, que se unieron en contra de esta medida. Ajeno al revuelo, Lee siguió detallando el desembarco de Ledman en Portugal. Cada jugador cobrará 300.000 euros anuales, tres entrenadores también chinos se deberían integrar en el cuerpo técnico de esos equipos punteros y, en caso de que alguno se niegue, el acuerdo quedará en papel mojado: no recibirán ni un solo euro y la competición no será televisada en China, principal motivo del patrocinio. Si no hay chinos, no hay dinero.

Puertas abiertas al fútbol

En China el fútbol sigue siendo un deporte que apenas produce éxitos. Su selección nacional, que solo se clasificó para un Mundial en toda su historia (el de 2002), ocupa el puesto 82 del ranking FIFA, por detrás de países como Haití, Benín, Uzbekistán o Uganda.

Para mejorar esos registros, el Gobierno chino llevó a cabo unas medidas que en Occidente pueden parecer exageradas. En la enseñanza primaria y secundaria, el fútbol es asignatura obligatoria. Todos los niños y niñas deben saber tácticas, como una especie de escuela de entrenadores, además de aprender a jugar. Para ello, se construirán 16.000 escuelas de fútbol hasta 2017 en un país que ya mostró su deseo de querer organizar un Mundial, presentando seguramente su candidatura para el de 2026 o 2030.

Evolución del mercado chino.

El dominador absoluto de su Liga es el Guangzhou Evergrande, el nuevo equipo de Jackson. Campeón de los últimos cinco campeonatos, también ganó la Champions League de Asia, motivo por el que participó en el pasado Mundial de Clubes, donde fue eliminado por el Barcelona. Entrenado por Scolari, el Guangzhou está plagado de jugadores brasileños, destacando entre ellos a Robinho o Paulinho.

Precisamente Brasil es el país en el que más se fijan los clubes chinos para fichar. En 2014, un tercio de todos los jugadores extranjeros de la Superliga eran brasileños. En el último año, y de una 'tacada', ficharon a los cuatro mejores jugadores del último campeón, el Corinthians, pagando 22 millones de euros.

Entrada en clubes europeos

El país asiático vio en el fútbol una manera perfecta de ampliar su poder y Europa, epicentro de este deporte, es su mejor destino. Actualmente, solo un equipo es controlado mayoritariamente por una empresa china, el Espanyol, pero eso no indica que en otros clubes no haya habido movimientos, como es el caso del Manchester City, donde el grupo CMC (China Media Capital) compró el 13% de las acciones.

Como decíamos, el Espanyol es el único caso en el que el control del club (mayoría de acciones) recae en manos chinas, con la figura de Chen Yansheng como presidente. El propietario del grupo Rastar (una multinacional que fabrica videojuegos y juguetes) compró el 56% de las acciones del club catalán (unos 17 millones de euros), anunció que se haría cargo de la deuda axfisiante que tenía (en torno a unos 135 millones) y apostaría por la mejora deportiva. En tan solo dos días, gastó más dinero en fichajes que lo que había gastado el Espanyol en el pasado mercado de verano.

El Atlético de Madrid es el otro equipo español que ha puesto su futuro en manos chinas, aunque en este caso no en su mayoría. Wang Jianlin, propietario del grupo Wanda y hombre más rico de China, compró el 20% de las acciones del club rojiblanco, inyectando unos 50 millones de euros. A la vez también adquirió el famoso Edificio España de la capital de España.

La diferencia con el Espanyol es que el Atlético de Madrid no ha notado aún deportivamente la irrupción del dinero chino. Entre Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo cuentan con el 70% de las acciones, algo que anularía cualquier poder de decisión a Jianlin. Si son más los lazos entre ambas partes, algo que se demostró en la pasada gira veraniega que el Atlético protagonizó en China o la celebración de la Junta General de Accionistas en el parque temático que el grupo Wanda tiene en la ciudad de Wuhan.

Real Sociedad y Rayo Vallecano también han sido 'conquistados' por el dinero chino. Ambos lucen en su camiseta publicidad de Qbao.com, empresa que ya organizó un partido entre estos dos conjuntos en la ciudad de Nanjing, lugar en el que la compañía tiene su sede. Especialmente sonado fue el caso del conjunto madrileño, cuando su técnico Paco Jémez se quejó agriamente del fichaje de Zhang Chengdong por imposición de este patrocinador.

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