“Para nosotros no tiene nada que ver con negocios, ni audiovisuales ni nada…, es una cuestión puramente miserable, mezquina”. A Jaume Roures le costó poco ser directo, claro. El presidente de Mediapro presentó el jueves una querella criminal en los juzgados de instrucción de Barcelona contra el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell. Una querella por un delito de espionaje industrial a cuenta de la sustracción de cientos de correos electrónicos del propio Roures en el período comprendido entre 2009 y octubre de 2011.
Fue el 11 de mayo de 2010 cuando Sandro Rosell presentó su candidatura a la presidencia del Barcelona. Una carrera electoral que terminaría con el principal responsable de los fichajes de Ronaldimnho y Neymar durante cuatro años en la poltrona presidencial. Una época que, en realidad, comenzó en 2008 cuando se mostró favorable a la moción de censura propuesta contra la directiva que en aquel entonces dirigía Joan Laporta y del que Rosell había sido mano derecha.
En ese panorama se enmarca la querella del presidente de Mediapro, que junto a Rosell señala a Joan Carles Raventós, entonces director de las secciones del Barça, al informático Robert Cama -director técnico de Mediapro primero y del propio Barcelona después- y a las empresas Bonus Sports Marketing (empresa creada por Rosell para la gestión de eventos) y Socktel Servicios informáticos. Además, en la querella también se incluye al propio Barcelona pues, uno, "es víctima de haber sido espiado por Rosell" y, dos, "es coautor porque Sandro le hizo un contrato a Cama de más de 100.000€".
Laporta, Guardiola, Ferrán Soriano...
La trama habría espiado de forma sistemática la cuenta de correo electrónico de Roures y habría sustraído centenares de e-mails enviados o recibidos por el propio Roures. En esos correos electrónicos, el presidente de Mediapro conversaba con personajes como Joan Laporta, Ferrán Soriano, Pep Guardiola o varios representantes de jugadores. "Guardiola supo que era espiado porque fue de los primeros a quien se lo dije; vivía en aquella casa y debía saber con quién vivía", explicó Roures en rueda de prensa.
Además, Roures señaló que durante ese período, los espías pudieron seguir todas sus conversaciones sobre las denominada 'Guerra del fútbol' que Mediapro mantenía con el grupo PRISA en la negociación de los derechos televisivos del fútbol español. "Y todo lo que hablamos con nuestros abogados, por lo que es una actividad ilícita por completo", inistió.
"No son controversias empresariales. Hablamos de alguien que se ha pasado tiempo hablando de ser víctima de espionaje y era él quien espìaba a los demás sistemática". Se refería Roures al caso Método 3, en el cuál la agencia de detectives habría realizado escuchas seguimientos ilegales a jugadores del Barcelona, políticos catalanes y otros personajes anónimos al dictado del entonces presidente azulgrana Joan Laporta.
Supone este, además, un nuevo frente judicial para el expresidente azulgrana, que el pasado lunes declaró en la Audiencia Nacional de Madrid junto al actual presidente azulgrana Josep Maria Bartomeu por el supuesto caso de fraude fiscal en el fichaje de Neymar Jr. por el Barcelona.
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