Un día, en algún periódico o tertulia, alguien dijo que Koke sería el nuevo Xavi. Pasado un tiempo prudencial para ver su desarrollo, la realidad desmiente aquella teoría. El canterano del Atlético de Madrid puede ser su sustituto. De hecho, ahora mismo, por números -y en comparación con Thiago Alcántara, el otro jugador que puede cumplir su papel-, debería de serlo en la selección. Pero no es Xavi ni puede serlo: es otro tipo de jugador. Es diferente y así lo ha demostrado siempre y, más concretamente, desde que volvió tras la lesión contra la Real Sociedad en la primera vuelta. Precisamente, el mismo rival al que se enfrenta este martes el Atlético de Madrid (21:00 horas). Con él, posiblemente, en su mejor momento.
Para entenderlo todo quizás sea necesario volver al principio, a los orígenes. Es decir, al principio de Koke, a sus primeros pasos en el Atlético y a su debut. Entonces, aquel chico tímido y correcto gastaba maneras como para convertirse en Xavi Hernández: tocaba bien la pelota, tenía visión de juego y su posición era parecida a la del catalán. Sin embargo, según ha pasado el tiempo, aquel adolescente se ha convertido en un jugador diferente. Tiene todas aquellas virtudes por las que destacó, pero las adorna con una fortaleza defensiva evidente, contribuyendo decisivamente a que su equipo sea el cuarto de la Liga que más balones recupera (por detrás de Eibar, Athletic y Deportivo).
Sobre Koke, esta temporada, también ha corrido el rumor de que estaba peor que otros cursos. Pero no es del todo así. Si se comparan datos, la realidad desmiente la tesis. La pasada temporada, en 4.190 minutos, dio 18 asistencias y cuatro goles; esta campaña, en 2.815 minutos, está a un gol de igualar su marca (lleva tres), pero, eso sí, es posible que no iguale el número de asistencias (cuenta con ocho). En cualquier caso, también es cierto que bajo estas cifras se disfraza una realidad evidente: el Atlético de Madrid marca menos esta campaña (36 goles a favor en Liga por 51 de la anterior en las mismas jornadas).
Acierto en el pase
Pero el dato que mejor ejemplifica su evolución y calibra de forma definitiva su desarrollo es el acierto en el pase, que ha ido creciendo en los últimos cursos en Liga: temporada 2013/14 (80'6), 2014/15 (78'7) y 2015/16 (81'3). Es decir, el canterano del Atlético de Madrid no sólo ha mejorado en cuanto lo defensivo, sino que también hace mejor el balance y es más seguro a la hora de dar la pelota.
Koke, de una u otra forma, es básico en el esquema del Atlético: metrónomo del centro del campo y máximo responsable de mover al equipo junto a Gabi -y sin quitarle mérito a Saúl-. Pero también debería ser titularísimo este verano en la selección si se comparan sus datos con los de algunos de sus 'rivales' por el puesto. Ahora mismo, supera en goles (tres) a Thiago (sólo uno) y cuenta con las mismas asistencias (ocho). Pero también sus números son mejores que los de Cesc Fàbregas (tres dianas y seis asistencias) y Andrés Iniesta (uno y tres). Sólo están por encima Silva (cuatro y nueve) e Isco (tres y nueve). Y estos dos últimos no lucharían por el mismo puesto.
En este buen momento y con un horizonte prometedor por delante, Koke es claro candidato a salir del Atlético a final de temporada. Pero también lo fue el pasado verano. Y el anterior. Sin embargo, no lo hizo. Su primera opción siempre ha sido quedarse en el Calderón y así parece que será en un futuro próximo. Máxime cuando el conjunto rojiblanco, con él al mando, ha conseguido no sólo ser el primer equipo de Madrid -circunstancia que escuece en el Bernabéu-, sino que puede luchar cada temporada, al menos, por los tres títulos. Aunque, eso sí, este curso parece que sólo queda la Champions League. Salvó que al Barça le dé por pinchar y el Atlético pueda ganar los 12 partidos que restan de aquí a verano.