No eran muchas las entradas a la venta. Por suerte, tampoco eran especialmente caras. Y el rival... Valía la pena. Noche al raso y lo que haga falta por ver el Eibar-Barcelona. Hasta 12 horas pasaron algunos haciendo cola en la puertas de Ipurúa. Ninguno de ellos consiguió la ansiada entrada.
La venta de localidades iba a comenzar a las 10 de la mañana en la taquilla 4 del estadio guipuzcoano, cuando se iban a poder adquirir las únicas 110 entradas que ha puesto a disposición del público el club eibarrés para presenciar el duelo contra el líder. Sólo 110 entradas, dos por persona como máximo y con precios entre los 65 y los 90 euros.
La expectación era máxima en los alrededores del estadio, pero tras una hora de retraso en abrir la taquilla, se les ha comunicado la mala noticia a los presentes, que había pasado la noche al raso. Un error informático impedía llevar a cabo la operación de venta en los ordenadores del Eibar.
Por suerte, la indignación de los seguidores que llevaban tantas horas haciendo cola, el club ha decidido apuntar sus nombres en el orden de llegada para que puedan adquirir su localidad el viernes en las oficinas del club o el mismo dos horas antes del encuentro del domingo (el partido se disputa a las 16.00 horas).
La avería informática ha sido la segunda de las sorpresas en este caso. La primera circunstancia que causó extrañeza fue el escaso número de entradas que el Eibar ha puesto a la venta (sólo 110 localidades), ya que el aforo de Ipurúa es de 6.300 asientos y el club disponía de 5.100 socios en noviembre pasado.
La entidad azulgrana no ha comunicado cuántos billetes ha enviado al Barcelona, ni el número de entradas que se ha quedado para sus compromisos, ni las que ha destinado a las empresas patrocinadoras. De los 1.190 asientos que teóricamente están libres, sólo 110 han sido puestos a disposición de los aficionados.