Seguramente nadie dude de la competencia de José Mourinho como entrenador. Y puede que tampoco de sus éxitos o sus métodos. Pero lo cierto es que el Chelsea, desde que se marchó el portugués -o le enseñaron la puerta de salida-, ha ido mejorando poco a poco. Así lo demuestran los datos y, sobre todo, las sensaciones. Incluso, el hambre de sus jugadores, patente desde que Guus Hiddink ocupara el banquillo. No obstante, toda esa mejoría necesita una prueba de fe para ser creíble. ¿Lo será? Eso está por ver y se confirmará este miércoles (20:45 horas), contra el PSG, en la Champions League, y con una necesidad pendiente: darle la vuelta al resultado de la ida para sellar el pase a cuartos (2-1). Pero bien, ¿qué ha cambiado en los últimos tiempos por Stamford Bridge? EL ESPAÑOL analiza todo lo hecho por el técnico holandés desde su llegada.
BUEN AMBIENTE EN EL VESTUARIO
“Los jugadores quieren echarlo”, se escuchó entre murmullos por Stamford Bridge durante la estancia de José Mourinho. Y puede que así fuera. Es posible que Cesc, Hazard o Diego Costa confabularan para ello. ¿Por qué? Eso es lo que nadie se ha preguntado y lo que ha mejorado Hiddink desde su llegada. De hecho, desde entonces, en las ruedas de prensa ha dejado de hablarse de rumores y se pregunta sobre fútbol, resultados o alineaciones.
Ese buen ambiente lo han confirmado varios jugadores desde que Hiddink tomara el cargo. Ivanovic -también estuvo con él en 2009- confesó tras las Navidades que se encontraban seguros y confiados con el técnico holandés en el banquillo. Y Willian, en una entrevista concedida a UEFA.com, ha hecho lo propio antes del crucial choque contra el PSG: “El equipo está jugando bien (…) Es un gran entrenador y una gran persona. Lo admiro y tengo mucho respeto por su trabajo (…) Tenemos una relación muy buena”.
CAMBIO DE TENDENCIA
El estado de ánimo del equipo ha cambiado por completo. El Chelsea de Guus Hiddink es más regular que el de su antecesor: lleva ocho victorias, siete empates y una derrota en 16 partidos (por las nueve victorias, cuatro empates y once derrotas del equipo entrenado por Mourinho). Es decir, los 'blues' han recuperado sensaciones y han ido escalando posiciones: el portugués los dejó decimosextos en la Premier League y ahora son décimos a diez puntos del Manchester City, equipo que cierra los puestos que dan acceso a la Champions League.
MEJORA EN EL JUEGO
El Chelsea ataca y defiende mejor ahora. Así lo demuestran, una vez más, los datos. Con Mourinho, en 16 partidos de la Premier League, el equipo marcó 18 goles y encajó 26; con Hiddink, en menos encuentros (11), ha anotado 25 y recibido 13 dianas. De ahí, precisamente, su ascenso en la clasificación y una mayor estabilidad en todos los sentidos: mejores resultados y sensaciones. Pero, eso sí, la mejoría tendrá que ratificarse en Champions.
MEJORA DE LOS JUGADORES
Hay varios jugadores que han recuperado su nivel poco a poco tras la marcha de José Mourinho. El caso más significativo es el de Diego Costa -duda para el encuentro contra el PSG-. El delantero nacionalizado español ha marcado seis goles más de los que anotó con José Mourinho hasta un total de 10 esta temporada. Matic también ha conseguido ser el de la temporada pasada después de varias lesiones y estará tras cumplir su sanción en el partido de ida. Y junto a él, obviamente, Cesc Fàbregas, que no está ante su mejor campaña, pero va regresando poco a poco; y Hazard, víctima y verdugo del portugués durante la primera vuelta de la competición, también ha vuelto a sonreír.
NO BAJA LOS BRAZOS
El Chelsea demostró en el partido de ida contra el PSG que ya no baja los brazos. En dicho encuentro, anotó primero Ibrahimovic y empataron los 'blues' por medio de Obi Mikel. Incluso, tras el gol de Cavani (2-1), lo intentaron hasta el final. Y así lo tendrán que hacer en la vuelta si quieren clasificarse. Y además, con un precedente bien fresco, el de la temporada pasada, cuando los franceses remontaron el partido y consiguieron el pase con un 2-2. Pero, mencionado todo lo anterior, el equipo de Hiddink tendrá que confirmar las buenas sensaciones con hechos y convertir los números en resultados favorables. Sólo así la transformación será completa.