Muchos son los productos de La Masía que visitan el Camp Nou a lo largo de una temporada. Para Héctor Bellerín la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones con el Arsenal será su primer partido en el campo en el que soñaba debutar. Se fue como un canterano más pero vuelve un nombre propio con mayúsculas y todo el futuro por delante.
El futuro es hoy
Cuando Arsene Wenger llamó a la puerta de Héctor Bellerín en 2011 era difícil imaginarse esta progresión. El propio Bellerín también se sorprende: “Cuando llegué no sabía defender, había jugado de lateral alguna vez, pero era extremo. Arsene Wenger me vio como un lateral desde el primer momento y estoy feliz por ello”.
La apuesta del técnico francés, fiel seguidor de La Masía, hará lamentarse a más de un abonado del Camp Nou. Con apenas 20 años Bellerín es, y sobre todo será, un nombre propio del fútbol europeo. Sus sprints, la facilidad para recuperar espacios a su espalda con su velocidad sostenida, la mejora constante en el ‘tempo’ de sus subidas y su gran acierto en el pase en campo rival hacen de él un lateral perfecto para un equipo ofensivo –sin duda un nombre que estará entre los candidatos para suceder a Dani Alves-.
Con aspectos defensivos todavía por pulir, es un valor importante para confiarle ataques peligrosos bien sea cuando está y mueve el balón o cuando sorprende con sus subidas.
El magnífico presente del español no es sino una muestra de todo lo que será. Héctor sigue sufriendo en defensa, su físico le hace ser débil por arriba y está aprendiendo cómo contrarrestarlo a base de experiencia. Donde mejor se aprecia su constante evolución es en las acciones de uno contra uno. Todavía debe mejorar. El ímpetu por robar le hace no ser demasiado preciso en sus entradas, pero cada vez mantiene la cabeza más fría en esos momentos.
No sorprende que Bellerín tenga claro cuál ha sido el rival más difícil de parar: “Contra el Bayern fue un día difícil, sabíamos que no tendríamos el balón y además estaba Douglas Costa... Es el rival que más problemas me ha dado, es difícil anticipar qué hará. Estás persiguiendo el balón durante dos minutos, cansándome, y entonces recibe Douglas, te encara y tiene recursos que a veces te hacen llevarte las manos a la cabeza y decir ‘Wow, esa no la había visto venir’”.
No hay porqué preocuparse, Bellerín es muy joven y su progreso es fácilmente apreciable. Cada vez controla mejor el 'tempo' para robar y acierta más en campo propio. La mejora desde el curso pasado ha sido tan llamativa como imprevisible.
Dejar mal a Wenger
Es evidente que el técnico francés vio algo en él que pocos predijeron, pero tampoco esperaba a Bellerín tan pronto. De hecho, sus planes le dejaban fuera del primer equipo. En verano de 2014, el Arsenal cedía a Carl Jenkinson, su lateral derecho, para reemplazarle por dos fichajes ambiciosos: el primero era Mathieu Debuchy, internacional francés destacado en la Premier; el segundo, Calum Chambers, la sensación joven del fútbol inglés, un desembolso importante que al poco de llegar se convirtió en internacional absoluto.
Entre los dos Wenger había desembolsado más de 25 millones de libras, casi un tercio del total de ese verano, para la zona donde Bellerín esperaba su turno. El español pudo con ellos. En los dos primeros meses de competición de esa temporada, el lateral español disputó 176 minutos en once partidos (un 17%), un panorama distinto a cómo acabó: en los dos últimos meses disputó 792 minutos en los últimos nueve choques (un 95%).
¿Cómo lo hizo? Bellerín comenta que todavía en el Barça un entrenador le dijo que sería el encargado de las faltas y el jugador respondió que lo intentaría, a lo que su técnico constestó: “No lo intentes, hazlo”. Y eso pasó cuando tuvo la oportunidad en el Arsenal, a base de trabajo y mejorar paso a paso.
Cierto que la lesión de Debuchy le abrió la puerta al once, pero el español supo aprovecharlo. Bellerín no dejó dudas en el lateral: más rapidez, más precisión en el pase en los metros finales y más soluciones en campo contrario. Cuando Debuchy regresó de su lesión, Bellerín le recibía en el once y anotando su primer gol: 1-0 al Liverpool.
El joven lateral conquistó a todos en ataque. Cuando recibe en campo contrario sigue teniendo alma de extremo: balón al espacio, regate, sprint y verticalidad. Además, presentaba sus credenciales como el jugador más veloz de la plantilla, Bellerín da la opción de corregir sus propios errores de colocación y los de los centrales, algo que en el actual equipo de Wenger es frecuente. Cuando la competencia regresó no había motivos para quitarle.
Y la historia se ha acentuado aún más. Debuchy ha tenido que salir cedido para poder aspirar a un puesto en la Eurocopa –en el Arsenal jugó sólo cuatro partidos desde agosto a enero- y Chambers se ha visto desplazado del Arsenal y la selección. Bellerín es la primera opción gunner, el español ha jugado el 89% de los minutos en Premier y Champions League.
¿Tiempo de Eurocopa?
Parece que el inmovilismo de Vicente del Bosque no es el mejor aliado para verle en el torneo. La competencia actual en los laterales de la selección parece cerrarle el camino: Carvajal, Juanfran y la polivalencia de Azpilicueta.
Aunque su nivel haya sido superior hay motivos para pensar en Bellerín como opción para después del torneo. En primer lugar, el seleccionador español no es muy dado a las sorpresas, los otros candidatos al lateral ya saben cómo es la selección desde dentro y tienen tablas en el esquema. Además de un gran interrogante: mientras Juanfran, Carvajal y Azpilicueta han competido en eliminatorias europeas frecuentemente a buen nivel. La corta carrera de Bellerín deja pocas experiencias exitosas en este tipo de marcos. Fases de grupos de Champions, exhibiciones en el contexto alocado de la Premier, una eliminación en octavos frente al Mónaco y una en camino frente al Barcelona.
Sin duda, Bellerín forma parte del futuro de la selección pero cuando se le ha visto fuera del fútbol Premier de descontrol se han apreciado debilidades que coinciden con muchas de las fortalezas de Azpilicueta, Juanfran y Carvajal. Bellerín es un gran futbolista pero será mucho mejor, algo que el Barça lamentará a corto plazo.