Simeone, del partido a partido al minuto a minuto

Acostumbra el reloj a dormir sus agujas en el trabajo, a esnifarse los días durante el periodo vacacional y a relativizar la realidad sin consultarle a nadie. Esa es su tarea: parar el tiempo en Stamford Bridge para dejar flotando el zapatazo de Iniesta o congelar el cabezazo de Sergio Ramos en Lisboa. Del tic-tac, dichoso cuando se envuelve en el cuero, sabe mucho el Atlético de Madrid. Y también el Cholo: “Un minuto es la vida en el choque contra el Barcelona”, reconoció en rueda de prensa. Así fue el fin de semana, que dejó constancia de la remontada del Real Madrid en los últimos 15 minutos, y así será este martes (20:45), con el balón de la Champions League buscando refugio entre los segundos de grandeza que ofrece el fútbol europeo.

El Atlético, por cierto, comenzó a jugar el partido el fin de semana, tras su victoria contra el Betis (5-1), con ovación incluida en el Calderón antes de despedirse. Desde entonces, el partido a partido ha dado lugar al minuto a minuto. El tiempo ahora se mide en 60 segundos. Y, obviamente, también se relativiza en función de lo ocurrido en los últimos tiempos. Por un lado, mirando aquella eliminatoria de cuartos de la temporada 2013/14, en la que el conjunto rojiblanco se impuso (2-1 en el global). Y, por otro lado, contabilizando las derrotas de las dos últimas temporadas: el Cholo no le ha ganado ningún choque al Barcelona de Luis Enrique.

Con el pasado muy presente y el futuro en suspensión, el Cholo Simeone busca callar algunas bocas. O, siendo más exactos, una en concreto, la de Rummenigge, que dejó caer que el Atlético no estaba entre los grandes de Europa. Pues bien, esas declaraciones -a todas luces fruto de la ignorancia- pueden ser sepultadas si el conjunto rojiblanco acaba con el Barcelona, el vigente campeón. Y en eso está el Atlético, que antes de caer contra el Sporting de Gijón en Liga acumulaba nueve partidos consecutivos con victoria. Y, tras caer, se dio un paseo ante el Betis (5-1) el fin de semana, inclusive, con dos goles de Griezmann.

En este estado de forma -o de gracia-, tan certero como real, el Atlético afrontará el partido contra el Barcelona. Y lo hará, posiblemente, con varios de sus lesionados en el once inicial. Godín -que dijo estar “al 100% en rueda de prensa"-, Savic y Carrrasco se ejercitaron con el grupo en la previa del partido. Y, salvo sorpresa, estarán sobre el césped del Camp Nou este martes por la noche. Y con ellos, no hay miedo. Ni en defensa (15 goles encajados esta temporada en Liga) ni en ataque (15 tantos realizados en los últimos seis encuentros), una barbaridad para lo que acostumbra el conjunto colchonero.

El otro que también apunta a la titularidad es Fernando Torres, tal como confirmó el Cholo Simeone el pasado fin de semana: “Sí, estará en el once. Lo hablé con él antes del partido ante Betis, por eso jugó buena parte del encuentro y luego se fue al banquillo”. Sin embargo, del dicho al hecho, ya saben… Hay demasiado trecho. Y eso no es seguro. Sobre todo, por la reaparición de Carrasco -que tendrá que sustituir a alguno de los del sábado-. Aunque, por otra parte, el plan de Simeone es incierto: ante el Betis saltó al césped con un 4-3-1-2, un “esquema difícil”, pero que interpretó muy bien Koke, situado en la mediapunta, donde mejor rinde. Con ese precedente, quién sabe lo que tiene el argentino en su cabeza (además del minuto a minuto).

EL PEOR MOMENTO DEL BARCELONA

En peor forma llega el equipo de Luis Enrique, que afrontará el partido tras caer en el Clásico contra el Real Madrid y con dudas sobre Arda Turan, al que defendió 'Lucho': “Hay jugadores que necesitan más tiempo para adaptarse”, reconoció. Un partido, en teoría, y según Piqué, más fácil que el de este martes. “El Atlético es el segundo equipo de España”, reconoció el defensa culé. Sin embargo, por muy complicado que parezca, el Barcelona lleva nueve temporadas consecutivas llegando a cuartos. Y es favorito. Y el vigente campeón. Y tiene una plantilla valorada en casi 700 millones de euros...

En definitiva, este martes dan un poco igual las e importa poco el pasado, el presente o el futuro. Serán noventa minutos -o noventa vidas-, independientes y relativizadas por el tiempo. Ya saben, el reloj, siempre tan caprichoso y aleatorio.