Ganar sin levantar la voz
Maira Cabrini y Juan José Mateo demuestran en 'Prohibido Gritar' cómo es posible utilizar el deporte para descubrir una escuela de valores enterrada por la necesidad de vencer a toda costa.
4 abril, 2016 22:29Noticias relacionadas
“Éric Cantona se lanza contra un espectador igual que si fuera un ninja: con la mirada inyectada en sangre y poniendo por delante la planta de un pie. La patada tiene lugar en un partido de fútbol de 1995, pero podría haber ocurrido en un callejón oscuro, a medianoche y con navajas de por medio. Eso no es deporte. Es violencia gratuita”.
Así comienza 'Prohibido Gritar' (Ediciones Turpial), el primer libro de Maria Cabrini y Juan José Mateo. En un atractivo y firme estreno literario, los autores reúnen a 10 figuras del mundo del deporte para reclamar mediante sus vivencias un escaparate de valores habitualmente tapado por la necesidad de ganar a toda costa desde la infancia.
A través de los testimonios de Vicente Del Bosque, Almudena Cid, Enhamed Enhamed, Pepu Hernández, Joan Lino Martínez, Toni Nadal, Edurne Pasaban, Carlos Sainz, Theresa Zabell y Nina Zhivanevskaya, que ponen sus recuerdos a disposición del lector, el libro demuestra que convertirse en un campeón sin pasar por encima del contrario es posible, que no hace falta insultar para aspirar a lo más alto, que se puede ser una estrella y también una buena persona. Eso, aunque parezca mentira, no es algo incompatible.
“El principal valor del deporte en la educación es la empatía”, explica Cabrini. “Cuando estás jugando, cuando estás compitiendo, cuando estás ganando a un rival, el fomentar ese sentimiento de empatía es muy importante”, añade la responsable de comunicación de Ashoka España. “Hace tiempo se me quedó grabada una imagen en la cabeza. Estaba viendo un partido de tenis entre niños que no tenían más de 12 años y jugaban como si fueran Nadal y Djokovic, pero también celebraban y se enfadaban como adultos. Me impresionó mucho”, asegura la autora, que pasó bastante tiempo en Camerún utilizando el deporte como una herramienta de integración y desarrollo para niños y jóvenes refugiados, utilizando las canchas de juego como nexo. “En otro partido de fútbol juvenil vi a padres gritando e insultando, escena que me marcó”, rememora sobre una fotografía habitual cada fin de semana.
“La cultura deportiva en España fomenta bastante ese tipo de actitud, pero los 10 personajes que presentamos no crean ese mal ejemplo, por eso los hemos seleccionado”, reconoce Mateo. “La conclusión que hemos sacado es que el deporte es una herramienta”, asegura el periodista de El País, también licenciado en Historia. “Luego, depende de cómo se aplica y de la persona que la aplica. Si me ponen en la cabina de un avión, no va a despegar. Tienen que poner a un piloto”, prosigue. “En las manos de un profesional, el deporte puede ser una herramienta excelente para enseñarle a un niño valores como la empatía, el compañerismo, la capacidad de superación… y todo eso se puede aplicar al día a día”.
UN LIBRO PARA TODOS
Con un estilo dinámico y fresco, pero a la vez cuidado por la medida prosa de sus dos autores, 'Prohibido Gritar' es un libro que gustará al padre que quiera apoyarse en el deporte para educar a su hijo, pero también al apasionado del fútbol, del baloncesto o del tenis. Los relatos de los personajes divierten, emocionan y subrayan que el deporte sirve para muchas cosas más que sudar. No es una tesis doctoral, ni intenta serlo, es un viaje por la vida de personas fascinantes que han capitaneado hacia la gloria a los equipos más poderosos del mundo, escalado ochomiles a ritmo de récord o entrenado a jugadores de leyenda. Lo hace, por supuesto, sin renunciar a su idea principal: mostrar el camino para que deporte y educación vayan de la mano.
“El deporte está de moda, todo el mundo entiende que puede ayudar a la educación, pero nadie es capaz de explicar qué es exactamente lo que le puede aportar”, expone Mateo. “Tenemos la esperanza de que el libro ayude un poco a descubrir lo que aporta el deporte a la educación”, continúa. “No se trata de obligar a tu hijo a ser como Messi, como su hermano o como su primo. Hay que dejarle que sea él y ponerte en su lugar. Entender que cada uno llevamos por dentro nuestras alegrías y sufrimientos, nuestra diversión y aburrimiento. La persona que es capaz de ponerse en el lugar del otro da un salto cualitativo en su vida impresionante”.
Eso es precisamente lo que consigue el libro. El lector acaba poniéndose en el lugar del otro, entendiendo al que está a su lado y dándole valor. Además, 'Prohibido Gritar' destapa otra poderosa reflexión: es más eficaz convencer que imponer. En pleno 2016, y aunque debería ser una obviedad, es mucho mejor que te acompañen a que te sigan porque eso significa que hay un convencimiento por ambas partes. Lo otro, claro, depende de una autoridad que muchas veces se pierde en cinco segundos.
Los 10 protagonistas del libro, radiografiados por los autores
Vicente Del Bosque, seleccionador nacional de fútbol
“Cumple con la imagen cercana y campechana que transmite. Nos asombró una cosa que dijo, por ser tan sencilla como evidente. Casi asusta no haber pensando eso antes. Del Bosque nos explicó que todos vamos a tener una discapacidad en algún momento. En función de eso, hay que entender que todo es perfectamente normal. Lo que le ocurre a uno desde que ha nacido, a ti te va a pasar con 30 o con 50, cuando te partas una pierna o cuando te llegue una enfermedad como el Alzhéimer. Antes o después, todos vamos a tener una discapacidad. Eso, que es tan sencillo, no lo tenemos en la cabeza en nuestro día a día”.
Almudena Cid, exgimnasta rítmica
“Nos encantó. Nos marcó la inteligencia emocional que tiene de lo que ha vivido como niña. Aprendimos que no hace falta ser un ogro para ser un campeón. Puedes ser una persona sensible, con un punto de fragilidad, y aún así ser muy competitivo. No es necesario machacar para ganar. Con tus inseguridades, si pones empeño y estás bien rodeado, puedes ser un gran campeón, como es ella”.
Enhamed Enhamed, nadador paralímpico
“Es increíble la fuerza que tiene. Teníamos miedo porque ahora se dedica a dar charlas y tiene un mensaje muy definido. El reto era sacarle de ahí y creo que lo conseguimos. Es una persona que irradia felicidad por vivir, en parte porque el deporte se la ha dado. Con él se puede aprender a no ponerse excusas a uno mismo. Uno es lo que quiere ser y no solo lo que es al nacer”.
Pepu Hernández, entrenador de baloncesto
“Se le nota lo mucho que adora su trabajo y ser entrenador. Pepu ganó el Mundial con España y una de las cosas que más destaca de su carrera es la gente que ha venido a verle después, convertidos en ingenieros o en abogados. Esa gente le ha dado las gracias. Hay personas que no han tenido ningún futuro en el baloncesto y que le siguen agradeciendo lo que han aprendido con él a través del deporte”.
Joan Lino Martínez, atleta que compite en salto de longitud
“Llegó a tocar el cielo y ahora ha vuelto a la vida real del deporte profesional. No es frustración, pero sí un poco de cuidado alrededor del mundo del deporte. Ese es su mensaje: no penséis que es la panacea porque hay mucho peligro detrás. Su otro mensaje es bastante potente: el que no es feliz es porque no quiere. Ha tenido una vida llena de dificultades. Si algo define a Joan es la sonrisa. Es un gran atleta”.
Toni Nadal, tío y entrenador de Rafael Nadal
“Es una persona muy inteligente. Su objetivo siempre es hacerte pensar. Le apodaban el Dr. no porque siempre va a la contra en cualquier cosa que le digas. Eso está muy bien. Lo que pretende es que el jugador al que está entrenando no se acomode y esté constantemente pensando. Ese espíritu crítico que tiene para los demás también lo tiene para sí mismo. Hay una frase muy buena que dice en el libro: no es tanto lo que enseñas como que el alumno sea capaz de aprenderlo. El truco del profesor es ese, saber adaptarse al alumno. Un ejemplo. Si Einstein viene a explicar la teoría de la relatividad, quizás no la comprendes. El truco es encontrar a alguien que consiga que la entiendas, con tu capacidad intelectual”.
Edurne Pasaban, alpinista
“Es un ejemplo muy claro de cómo el deporte es una importante herramienta para muchas personas que necesitan una vía de escape cada día. Esa contradicción en su personalidad, de persona muy fuerte capaz de hacer lo que hizo, pero a la vez muy débil en cuanto a su vida privada y personal, es alucinante. Esa dicotomía nos encantó. Es la sensibilidad hecha deportista”.
Carlos Sainz, piloto de rallies
“Su carácter es una fortaleza. No dejó que el exterior le influyese para creer en su trabajo. Fue un hombre que profesionalizó su mundo y ha dejado una huella imborrable. Da igual que lleguen detrás gente como Loeb, que ganen 50 mundiales seguidos. Lo que hizo Carlos es histórico y nunca va a cambiar. Nos pareció interesante cómo se lo ha transmitido a su hijo, que está en la Fórmula 1. Ese interés máximo por el detalle para marcar la diferencia es lo que ha llevado a su hijo hasta ese lugar, al margen del talento natural en las manos. Es una lección de vida para los niños: haz todo lo que puedas hasta donde sabes porque nadie te va a pedir más”.
Theresa Zabell, exregatista
“Posee el ejemplo del pionero, de quien abre hueco en la selva. Ella es la mujer de machete. Contra viento y marea, ha hecho un camino para que luego lo pudieran seguir generaciones posteriores con mucha facilidad. Tiene el valor de haber hecho eso y no haber querido vivir de ello”.
Nina Zhivanevskaya, nadadora especialista en el estilo de espalda
“Nina es la disciplina en persona, en parte por su cultura de la URSS. Viene de ahí, entrenó ahí y eso lo transmite mucho. Es una persona muy amable y cercana, pero a la hora de trabajar lo deja muy claro. Fue mentora de Mireia Belmonte y precisamente con ese incansable afán por el trabajo consiguió ayudar a la nadadora española a llegar arriba”.
Ficha técnica. Prohibido Gritar. El valor del deporte en la educación. Maira Cabrini y Juan José Mateo. Ediciones Turpial. Madrid, 2016. 168 páginas. 19,90 euros.