Un grupo de aficionados del Oporto protestó la pasada madrugada frente a la casa de su presidente, Jorge Nuno Pinto da Costa, donde exhibieron pancartas críticas con su gestión y tiraron petardos.
Con pancartas como "Yo soy... comisionista", en referencia a las millonarias comisiones pagadas por el Oporto en algunos de sus fichajes, y entre los que se encuentra como beneficiarios el hijo del presidente, los aficionados del Oporto colocaron mensajes y quejas frente al domicilio de Pinto da Costa, quien a sus 78 años se presenta a la reelección como presidente del club portugués, cargo que ocupa desde 1982.
Ni el club ni la policía confirmaron los altercados, que recogen este jueves todos los medios portugueses, aunque también esta semana aparecieron pintadas en una tienda oficial del conjunto portugués.
La decepcionante temporada del equipo de Iker Casillas -acumula dos campañas consecutivas sin ningún título- ha derivado en una crisis a nivel deportivo e institucional, con críticas incluso a Pinto da Costa, algo prácticamente inaudito desde que ascendió a la presidencia, en 1982. El conjunto blanquiazul ocupa la tercera posición en Liga y acabó de despedirse virtualmente del campeonato el pasado lunes, al perder en casa contra todo pronóstico frente al colista, el Tondela (0-1). Ya ese día se escuchó una sonora pitada por parte de la afición, dirigida tanto a los jugadores como al palco.
Eliminado de la Liga de Campeones y de la Copa de la Liga en la fase de grupos, y de la Europa League en dieciseisavos, los "dragones" centran todas sus esperanzas en la Copa de Portugal, donde ya se garantizaron un sitio en la final. Una mala racha de resultados llevó a Pinto da Costa a prescindir del técnico español Julen Lopetegui a mitad de temporada y sustituirlo por el portugués José Peseiro, aunque el cambio tampoco tuvo el efecto deseado.