Nunca caminarás solo, dice el conocido himno del Liverpool. Más que unas palabras y un cántico que entonar al inicio de los partidos, es una premonición para el equipo inglés. En Anfield nadie se da por perdido, y sino que se lo digan al Borussia Dortmund.
Una remontada épica, heroica, histórica y todos los adjetivos que se le quieran poner. El Liverpool obró una de las grandes gestas futbolísticas de los últimos tiempos. Y lo hizo con un morbo que también se recordará por tiempo: de la mano de Klopp al exequipo de Klopp.
Tras el 1-1 de la ida en el Signal Iduna Park, la vuelta de estos cuartos de la Europa League se presentaron apasionantes. Pero, cambiando el guión, el Borussia Dortmund se encargó de aguar la fiesta a la emoción y sentenció rápido en Anfield con un 0-2 al descanso y un posterior 1-3 que colocaban a los alemanes en semifinales tras un dominio aplastante en la primera parte. Pero en el viejo estadio de Liverpool hay mística y fútbol, hay magia y milagros.
Y eso es lo que consiguió el Liverpool. En el minuto 57 perdía por 1-3 y, para alcanzar las semifinales, necesitaba tres goles más, ya que ni el empate le valía por el valor doble de los goles como visitante. La hazaña rozaba lo imposible, pero en el banquillo había un hombre que de eso no entendía. Con 0-2 y con 1-3, el Liverpool se fue arriba a la vez que Klopp aplaudía y arengaba a la afición.
El milagro comenzó con este gol de Coutinho, que era el 2-3 en el minuto 66.
Doce minutos después, Sakho ponía el empate, a la salida de un córner. No le valía aun ese resultado, pero Anfield, a falta de algo más de diez minutos, se vino arriba.
Y en el tiempo de descuento, como en los mejores guiones futbolístico, este gol del croata Lovren completó una mágica remontada que lleva al Liverpool a semifinales y, ahora sí, le presenta como el gran favorito para el torneo.
En cuestión de minutos, al Liverpool se le puso cara de Estambul en 2005, con aquella remontada espectacular al Milan en la final de la Champions. Porque, como dice la canción más famosa del fútbol, You'll Never Walk Alone.