El polémico pinganillo entre Simeone, su ayudante y Gabi

El artículo 56 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol es rotundo: "Cuando la suspensión recaiga sobre un técnico, ésta implicará, además de las prohibiciones antedichas, la de situarse en las inmediaciones del banquillo y la de dar instrucciones de cualquier índole y por cualquier medio a los que participen en el encuentro". Por tanto, y con el reglamento en la mano, lo ocurrido este sábado en la grada y en el banquillo del Vicente Calderón, con pinganillos de por medio, podría ser susceptible de sanción.

Los hechos sucedieron en la segunda parte del encuentro entre el Atlético de Madrid y el Rayo Vallecano (victoria local por 1-0). En la retransmisión televisiva del partido, pudo comprobarse cómo el capitán rojiblanco, Gabi, y uno de los fisioterapeutas del equipo, Felipe Iglesias, llevaban en la oreja un pinganillo. Además, el mismo constaba de un micrófono.

Más tarde, las cámaras enfocaron al técnico atlético, Diego Pablo Simeone, que siguió el partido desde el graderío al haber sido sancionado tres partidos. A su lado se encontraba el preparador de los porteros del Atlético, Pablo Vercellone. Él fue quien utilizó otro pinganillo, supuestamente para comunicarse con el banquillo colchonero. No así el Cholo, que en ningún momento dio instrucciones a través del aparato.

Y, sin embargo, la Federación podría sancionar al entrenador argentino si considera que efectivamente tuvo intención de hacer llegar sus directrices a los jugadores rojiblancos. El artículo 104 del reglamento habla de una sanción de entre cuatro y 20 partidos en casos leves, que ascenderían de uno a seis meses si se considerase un caso grave.

Clemente Villaverde, gerente del Atlético de Madrid, se mostró tajante al respecto del 'pinganillazo' en los micrófonos de Movistar+. "Simeone no tenía ningún pinganillo", respondía a las preguntas de la entrevistadora. "Pero sí la persona que tenía al lado", contraatacaba ella. "No lo sé. Simeone, desde luego, no", sentenció Villaverde, que también calificó de "normal" el uso de micrófonos entre los técnicos del club.