17:00. Es la hora del fútbol. Ha tardado, pero ha llegado. Es la jornada unificada, con todos los partidos a la vez, como antaño. El que se descuide, se pierde un gol, un penalti, una expulsión. 10 ciudades en las que habrá mucho más que un partido en juego. De aquí puede salir ya el campeón de Liga y un equipo descendido. O, al contrario, la tabla puede quedarse tal y como está para la última fecha de la competición.
No se recuerda una jornada unificada con tanto en juego como esta. Sólo en Ipurua (Betis - Eibar) y Gran Canaria (Las Palmas - Athletic) estarán tranquilos. En otros ocho campos, con radio en mano, mirarán a su estadio y a los de los rivales. La magia del fútbol, la emoción en las dos horas más apasionantes de la Liga.
Tres equipos luchan por la Liga y cinco por tres plazas de salvación. En la parte de arriba se vivirá algo inaudito en la última década: tres equipos con opciones de título a estas alturas. Lo más parecido a esta situación se vivió en 2014, pero entonces eran dos y la diferencia entre ambos era de tres puntos. Ahora son tres y la diferencia en el trío es de un solo punto.
Por abajo, el drama estará en Getafe, con un duelo directo entre los azulones y el Sporting. Pero ellos dependerán de lo que hagan el Rayo en Anoeta, el Granada en el Pizjuán y el Deportivo en El Madrigal. Del 19º al 16º (cuatro puestos) sólo hay un punto de separación. El golaverage particular será, seguramente, el que defina quién cae al pozo del descenso.
El 'Tamudazo' sobrevuela la jornada
La jornada está influenciada por un recuerdo: el 'Tamudazo'. Aquello fue el 9 de junio (jornada 37) y marcó para siempre estas últimas jornadas. Fue la demostración de que cuando todos juegan a la vez, el corazón no para. Esa liga se decidió en 15 segundos, lo que tardó en llegar el gol de Van Nistelrooy en Zaragoza y el de Tamudo en el Camp Nou.
Casualidades de este deporte, en la jornada 37 de esta Liga vuelve a haber un Barcelona - Espanyol en el Camp Nou. No estará Tamudo, pero sí Caicedo o Asensio para quitarle el título a sus rivales. Porque el aliciente del Espanyol es quitarle la Liga al Barça, una vez que, salvo carambola difícil que ocurra, están salvados.
Si contáramos lo deportivo, no debería haber problemas para los de Luis Enrique. Tiene a todos los jugadores disponibles y no ha jugado entre semana, eliminado en Champions. Pero toda la movida de sus últimos enfrentamientos (tres seguidos, el de ida en liga y los dos de Copa) hacen pensar que hay más que un partido en juego.
El Atlético, que sigue siendo el que mejor calendario tiene, necesita un pinchazo del Barcelona. Viaja a Valencia para enfrentarse a un Levante ya descendido, en la despedida de Primera del Ciudad de Valencia. No ganan allí los rojiblancos desde 2007 y ya en 2014, cuando ganan la Liga, pierden en la antepenúltima jornada (2-0). Serán los de Rubi los que juzguen las consecuencias de la fiesta colchonera tras el pase a la final de Champions.
Si el Atlético necesita, al menos, un empate del Barcelona, el Real Madrid requiere de un traspiés de los dos. Se antoja difícil para los de Zidane, pero los blancos no se rinden. Sin Keylor Navas, Carvajal y Bale, el Madrid recibe al equipo que le dio más opciones de Liga: el Valencia.
Los de Pako Ayestarán, sin nada en juego, querrán aguar la fiesta a los madrileños, como ya hicieron con el Barcelona. Y no sería la primera vez: en las dos últimas temporadas sacaron un 2-2 del Bernabéu que le quitó las opciones de Liga al Real Madrid. El partido será además el último de Arbeloa en el estadio blanco.
Descenso: dos caen, tres se salvan
En El Molinón de Getafe (así será el Coliseum, se espera que lleguen más de 10.000 aficionados asturianos) está la clave de todo. Ambos tienen 35 puntos y compromisos 'asequibles' en la última jornada. El que gane, en condiciones normales, se salvará. El empate perjudica a ambos. Es el partido del drama, de la agonía, del sufrimiento.
De lo que ocurra en la localidad del sur de Madrid estarán muy pendientes en San Sebastián, Sevilla y Villarreal. Los otros tres equipos que buscan la salvación comparten dos parámetros importantes: jugarán todos fuera y ante equipos que no se juegan nada.
El Rayo Vallecano, también con 35, pero salvado porque es al que le beneficia el triple empate, no gana fuera de casa desde septiembre y está obligado a hacerlo en Anoeta. Los de Jémez sólo han sacado dos victorias de los últimos doce partidos y se han metido en unos problemas que hace dos meses parecían impensables.
El Granada, sabedor de que en la última jornada tiene un partido dificílisimo ante el Barcelona, se juega sus opciones en el Pizjuán ante un Sevilla que no se juega nada. En la capital andaluza se espera un desembarco granadino: unos 5.000, el segundo mayor desplazamiento de la historia del equipo nazarí. 1.100 de ellos tienen entrada gratis, las pagó el presidente Quique Pina, y entre patrocinadores y jugadores pagaron 20 autobuses
Una victoria en los últimos 20 partidos ha llevado al Deportivo a una situación bastante peligrosa. Los gallegos pueden ser el nuevo Eibar y pasar de estar más cerca de Europa al final de la primera vuelta a descender a Segunda. Viajan a un Villarreal con la resaca europea y después reciben al Real Madrid. Como mínimo necesitan un punto y perder los dos les puede llevar al abismo.
Si les gusta el fútbol, conserven el corazón hasta las 17:00 horas de este domingo. Puede que les dé, durante dos horas, algún sobresalto. Es el fútbol, es la emoción. Es la Liga. La mejor liga del mundo. El tren, ahora sí, pasa sin que deje bajarse a nadie.