El penalti que pitó el sábado pasado no se le olvidará a Jesús Tomillero probablemente nunca. Corría el minuto 47 del Portuense - San Fernando Isleño (en el Puerto de Santa María) y hubo una patada "clarísima" en el área. Inmediatamente surgieron de la grada, blindada por el anonimato, los insultos y el escarnio: "¡Ese es el maricón que sale por la tele!" "¡Te vas a meter el gol por el culo, maricón de mierda!", gritó un aficionado del equipo visitante.
Imbéciles hay en todos los estadios del mundo. El problema, cuenta Tomillero tres días después a EL ESPAÑOL, "es que todo el público se reía". "Eso es lo que más le afectó". Estaba bastante acostumbrado a escuchar insultos antes y después del 26 de marzo pasado, cuando las ofensas reitreradas de un utillero de la Peña Madridista Linense, un equipo de la Segunda División Juvenil Andaluza, le llevaron a interponer una denuncia y asumir públicamente su homosexualidad en una entrevista con este periódico.
Este lunes el colegiado comunicó a la Real Federación Andaluza de Fútbol su retirada como árbitro porque "no aguanta más los insultos". No le gusta ver el fútbol en la tele, pero arbitrar es (o era) su "mayor pasión": "Me duele más que nadie", cuenta desde la cafetería de La Línea de la Concepción donde trabaja como camarero desde las seis y media de la mañana hasta las tres.
Había empezado como árbitro hace una década, con 11 años. No pensaba abandonarlo nunca: en marzo decía que no sentía miedo por el futuro. Sobrestimó su capacidad de resistencia en un entorno desprotegido por las autoridades deportivas.
"La vida me ha cambiado muchísimo"
Jesús Tomillero asegura que la vida le ha cambiado "muchísimo, una barbaridad" desde que decidiese contar su historia. Para bien y para mal. El principal cambio positivo: "Fortalecer a otros homosexuales, árbitros y no árbitros, incluso gente que decía que quería suicidarse y no lo hizo por ver mi ejemplo". Y también el comportamiento de algunos políticos: cita a Pablo Iglesias, a varios diputados de Podemos y al PP de la Línea de la Concepción, que ha emitido una nota de prensa en su apoyo.
La sanción impuesta a aquel utillero impresentable por el Comité de Competición de Cádiz fue de 9 partidos de suspensión y 30 euros de multa. "Algo absolutamente increíble; se supone que con el deporte están formando a gente de 14 y 15 años". Tiene esperanzas de que la denuncia formulada por los incidentes del sábado tengan una respuesta más contundente: el delegado del San Fernando va a testificar a favor suyo.
Los cambios negativos: "Los insultos aumentaron". "Y después ver gente cómo los dirigentes de la Federación Andaluza, Eduardo Herrera y Felipe Santos, que no tuvieron la vergüenza ni de saludarme cuando nos vimos en las Jornadas de Actualización de Árbitros. En cambio, Pérez Melero o Fernández Borbalán [árbitros de Primera División] me dieron muchos ánimos". O Televisión Española, "que dice que quiere hacer un documental sobre mi vida pero no ha emitido ni un segundo sobre los ataques constantes que me han hecho. Para mí eso es lamentable, siendo una televisión pública no hablan de la vida real, sólo de política".