Mikel Arteta (San Sebastián, 1982), un futbolista que consiguió labrarse un nombre propio fuera del fútbol español antes del éxodo masivo, cuelga sus botas, pero no se aparta de los terrenos de juego. En una conversación con EL ESPAÑOL se define como “muy muy pero que muy competitivo” y reconoce que las lesiones le han obligado a retirarse prematuramente porque eran “decepciones constantes”. Pero Mikel seguirá ligado al fútbol inglés, cambiará Londres por Manchester, Wenger por Guardiola. Antes de que todo eso se vuelva oficial -aunque ya se da por hecho- él da unas pinceladas sobre lo que se ha ido y lo que viene.
El pasado domingo puso punto y final a una trayectoria que le ha llevado por Escocia, Francia, España y, sobre todo, Inglaterra, donde es toda una referencia. Entre lágrimas expresa su sentir en el último día de su carrera como futbolista: “Cuando escuchas el pitido final es muy duro, de verdad, pero quería hacerlo… [se le entrecorta la voz y se seca los ojos] de verdad, quería hacerlo. Los últimos meses han sido muy difíciles. Me retiro al 99% porque esto es fútbol y nunca sabes lo que puede pasar, por eso dejo ese 1%. Lo difícil llegará los próximos días cuando me pare y me dé cuenta que estoy colgando las botas. Es que amo el fútbol y ha sido el día a día de mis últimos 17 ó 18 años. Tengo que asumir todas esas emociones ahora”.
La presencia de Mikel esta temporada se ha limitado a 14 apariciones, sólo tres de ellas como titular. Sorprende la sinceridad con la que trata el tema: “Soy muy competitivo, muchísimo, puedes jugar de una forma u otra, cada uno con sus características, pero entiendo el fútbol como darlo todo, tienes que exigirte el máximo. Por eso, los últimos meses han sido duros con tantas lesiones, pero he aprendido a disfrutar del juego de otra forma, desde una óptica mucho más cercana al entrenador. Aun así, no tengo claro que a partir de ahora pueda divertirme tanto como en el campo”.
FICHAJE ESTRELLA DE GUARDIOLA
Su trayectoria y experiencia, tan valoradas por Wenger, son bienvenidas para muchos banquillos de la Premier. De hecho, Guardiola le ha visto como el enlace perfecto para conocer las particularidades del fútbol inglés, donde Mikel lleva jugando desde 2005.
El propio Mikel, que todavía no ha anunciado su fichaje por el equipo de Guardiola -aunque ya se dé por hecho- tenía tres opciones, como reconocía a EL ESPAÑOL: “¡Tres oportunidades y a este nivel!", confesaba, sorprendido.
Que se haga oficial su fichaje por el City es cuestión de horas o días. Arteta ha estado acabando un curso como técnico esta temporada. Él contaba con una oferta de Pep Guardiola desde hace meses y parecía algo ya decidido, pero en las “últimas semanas” Wenger le ofreció quedarse en el staff técnico del Arsenal, lo que le ha hecho dudar, finalmente sin éxito. La tercera opción, el Tottenham ha sido la más improbable en todo momento.
“Dejé las puertas abiertas para las propuestas y es cierto que he tenido varias opciones muy diferentes. Siempre es difícil salir de la que ha sido tu casa, pero es una decisión a la que he llegado después de valorar todas las opciones”. Finalmente, el puesto que ha aceptado en el City es para ser uno de los ayudantes más cercanos a Pep Guardiola, mientras que en el Arsenal habría entrado en el organigrama, pero no contaría con tanto protagonismo.
El adiós por las lesiones
Para un jugador que, por culpa de las lesiones, sólo ha disputado 60 minutos en los últimos ocho meses es fácil transmitir la impotencia de la situación: “Tienes que aceptar lo que ocurre. Ante todo hay que partir de la honestidad con uno mismo. Siempre he pensado que para formar parte de este club, para jugar a este nivel, uno tiene que estar en condiciones óptimas y yo no cumplía con esos estándares físicos y sentía una profundad decepción, por eso prefería marcharme”.
Pero tuvo la oportunidad de decir adiós en el campo, salió en el 88’ y fue protagonista en el último gol del encuentro –aunque finalmente se otorgó como en propia puerta al portero del Aston Villa-: “Ante todo me siento feliz porque he tenido la ocasión de despedirme jugando y quería hacerlo así y estoy feliz por ello. Digo adiós sabiendo lo importante que han sido mis compañeros, la afición y, sobre todo, el entrenador”.
“No tenía pensado retirarme ya, pero la forma física ha influido. Cuando vuelves tras una lesión y tienes que parar y recaes… Es muy duro mentalmente. Quienes me rodean saben que lo he intentado todo, pero volvía a lesionarme. Una y otra vez. Lo peor es ver como decepcionas a quienes están cerca, a todos lo que tienen fe en ti, al club, al entrenador y, claro, a ti mismo. Te decepcionas a ti mismo viendo que no, que esta vez tampoco, que no puedes”. Mikel ha estado lastrado por un problema en el tobillo que acabó afectando a la pantorrilla y dejándole sin participar entre enero y mayo. “En estos últimos meses he tenido momentos de sentirme muy bien entrenando, mis compañeros me lo decían, pero he pasado por un tramo muy duro y he tomado una decisión con la que estoy contento”.
El Arsenal de Wenger
Mikel demuestra su exigencia hablando de la temporada 2015/16, parece de los pocos ‘gunners’ –incluyendo a la afición- que no nos intenta convencer de que ser segundo es un éxito: “Hemos firmado el mejor puesto en once años, pero hemos fallado, deberíamos haber ganado la Premier League. La sensación es que nos hemos quedado cortos, teníamos que haber ganado la liga y era una oportunidad única con la de grandes que han estado lejos del título. Teníamos todo para poder haber hecho algo grande y fallamos. Es nuestra culpa. No es mérito del Leicester, en mi opinión es demérito nuestro”.
El Arsenal no gana la Premier y eso ya no es novedad, eso sumado a las tempranas eliminaciones en Champions hace que los críticos de Wenger aumenten. Algo que Mikel no comparte: “Entiendo la gente que está decepcionada por el rendimiento del equipo, pero deben ser conscientes y creo que la mayoría lo es, del trabajo de Arsène y de los valores que transmite, la forma en que maneja esta institución y cómo ha creado una entidad y un legado. Es una decisión difícil porque se quede o no como mucho pasarán una, dos o tres temporadas más y llegará una generación nueva. Yo aviso a los detractores y a los aficionados en general, no será fácil encontrar a alguien que suceda a Wenger en términos del honor y el carisma que tiene y transmite”.
Pese a sus elogios hacia el técnico francés, la realidad es que Mikel ha hecho las maletas y le ha dicho, no. Él emprenderá una aventura más exigente bajo la batuta de Pep Guardiola. A su lado estará el ya retirado Arteta, intentando disfrutar del fútbol de otra forma.