Ángel María Villar, el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), tendrá que declarar el próximo 15 de septiembre como investigado por un supuesto delito de prevaricación al atrasar las elecciones a la presidencia de la Federación. Éstas debían haberse celebrado en el primer cuatrimestre de este año 2016 y, aun pasado ese periodo, no tienen fecha establecida.
La imputación llega después de que el Juzgado de Instrucción número 1 de Majadahonda haya aceptado a trámite la querella impuesta por Miguel Galán, candidato a la presidencia de la RFEF el pasado mes de mayo. El juez Marcos Ramón Porcar llama a declarar al presidente Villar en calidad de investigado, lo que antes se conocía como imputado.
Este delito por presunta prevaricación del artículo 404 del Código Penal puede llegar a ser castigado con inhabilitación por un tiempo de siete a diez años para empleo o cargo público.
Además, también declararan, pero en este caso como testigos, Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional y Jorge Pérez, Secretario General de la RFEF.
No será el único problema al que se enfrentará Ángel María Villar en el futuro más cercano. Miguel Galán ya presentó una denuncia por presunta malversación de fondos de Villar en el caso del Recreativo de Huelva, en el que se le acusa de tramitar las lincencias al club onubense a pesar de no haber cumplido con una deuda de 140.000 euros tal y como ordena el reglamento de la Federación.
Ángel María Villar lleva en el cargo de presidente de la Federación Española de Fútbol 28 años consecutivos, desde 1988, siendo reelegido en el cargo en seis ocasiones: 1992, 1996, 2000, 2004, 2008 y 2012. En este 2016 tocaban elecciones y eso es por lo que se le investiga, por no haberlas convocado en el momento que tocaban.