El jugador del F.C. Barcelona Lionel Messi ha sido condenado a 21 meses de prisión, una pena inferior a dos años por la que el deportista podrá eludir la cárcel al no contar con antecedentes penales. No obstante, hay precedentes como el de la tonadillera Isabel Pantoja, quien sí tuvo que ingresar en un centro penitenciario por blanqueo, pese a que su condena tampoco superaba los dos años ni contaba con antecedentes.
El primer paso para dilucidar el futuro del jugador es que la sentencia sea firme, según explican a EL ESPAÑOL fuentes jurídicas. Contra la resolución dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona cabe posibilidad de recurso de casación ante el Tribunal Supremo en el plazo de cinco días. En caso de que alguna de las partes personas recurriese, habría que esperar a la decisión del Alto Tribunal.
La Fiscalía considera que Messi no tuvo ninguna responsabilidad en las gestiones y acusa sólo a su padre para el que pide año y medio de cárcel. La Abogacía del Estado, no obstante, pedía un año y nueve meses de cárcel tanto para el jugador como para el padre: siete meses por cada uno de los tres delitos tal y como ha terminado aplicando la sentencia.
En caso de confirmarse la condena, el tribunal sentenciador, tras escuchar la postura de la Fiscalía, decide sobre la posibilidad de suspender la entrada en prisión de Messi.
Isabel Pantoja fue condenada a 24 meses (dos años) por blanquear dinero obtenido ilícitamente por su entonces pareja, el exalcalde de Marbella, Julian Muñoz. En su caso, tanto la Fiscalía como el tribunal se mostraron en contra de que la artista evitara la cárcel atendiendo a criterios como la gravedad de los hechos, no reconocer el delito ni mostrar arrepentimiento o la ausencia de cooperación con la Justicia.
Servir de "freno"
La Audiencia Provincial de Málaga defendió además que su ingreso en prisión debía cumplir una función de "freno a posibles conductas futuras de análoga naturaleza por parte de otras personas que interiorizarán así su deber ciudadano de adecuar su conducta a las normas jurídicas", teniendo por tanto un carácter "ejemplar -que no ejemplarizante-".
Las fuentes jurídicas consultadas ven poco probable que Messi tenga que entrar en prisión, si bien recuerdan que es el juez quien tiene siempre la última palabra. Apuntan además a que, tras la última reforma del Código Penal, el artículo 80 y siguientes facilitan el hecho de no entrar en la cárcel cuando la pena sea inferior a dos años, no se cuente con antecedentes y se muestre voluntad de satisfacer la responsabilidad civil.
Messi ha sido condenado junto a su padre a tres delitos de defraudación en relación al IRPF de los ejercicios 2007, 2008 y 2009, pero en su caso ambos reconocieron que el fraude existió y devolvieron lo evadido junto al pago de una multa antes del juicio en el que se dirimió si tanto el jugador como su padre incurrieron en alguna responsabilidad penal. La defensa del futbolista en este caso fue alegar que firmaba los contratos porque confiaba en su padre.