"Estamos enredando un poco", susurraba Florentino Pérez a Zidane cuando el presidente se acercó a saludar al entrenador en la concentración de pretemporada del Real Madrid en Montreal. Y no lo definió mal. El Madrid lleva mes y medio parado, lejos de aquello en lo que siempre fue líder.
El Madrid no ficha. Y esa es la sorpresa. A final de julio, no hay ningún fichaje. Ni galáctico ni de Móstoles. Solo la recompra de Morata aparece como único movimiento de un equipo que parece ser un testigo del mercado de fichajes cuando siempre fue protagonista. "Todavía no hay nada cerrado", añadía Florentino a Zidane.
La inacción del Madrid sorprende por tres grandes razones: sus grandes rivales, en España y en Europa, ya se han movido, es el primer equipo que entra oficialmente en acción (el 9 de agosto, Supercopa de Europa) y, sobre todo, porque a los blancos se le acerca una sanción de un año en la que no podrán fichar. Cuando se acabe el mercado el 31 de agosto, tendrá cerrado el grifo hasta el 1 de enero de 2018. Fichar podrá, pero lo que tiene prohibido es inscribir a jugadores en las competiciones. Lo que ya sufrió el Barcelona y lo que también le toca en este mismo periodo al Atlético.
Pero... ¿necesita mejorar la plantilla?
El gran argumento que tiene el Real Madrid para no mover ficha es que no le hace falta tocar muchas teclas. Es campeón de Europa y nombre a nombre es muy difícil superar lo que ya tiene. El once que jugó la final de la Champions en Milán (Keylor, Carvajal, Ramos, Pepe, Marcelo, Casemiro, Modric, Kroos, Bale, Cristiano y Benzema) bien podría ser el mismo en la temporada que comienza. Este equipo tiene crédito y futuro. Y lo segundo se antoja vital para un equipo con sanción por delante.
De los mencionados, solo dos superan la treintena: Cristiano (31) y Pepe (33). Ramos y Modric ya tienen 30. Son los únicos de toda la plantilla que llegan a las tres décadas. Ese es otro de los motivos por los que el Madrid no necesita tantos fichajes. Los suplentes también son jóvenes y aseguran varios años de estabilidad al club. Además, tiene bastantes canteranos repartidos por diversos equipos ya sean cedidos o con opción de recompra. Siempre se podrá tirar de ellos si la plantilla se devalúa.
Barça y Atlético sí se mueven
79 millones, sin contar las variables del fichaje de André Gomes, es lo que ha gastado ya el Barça en este verano. Además de al portugués, los azulgranas ya firmaron a Umtiti y Digne, dos defensas para reforzar la línea que más falló la temporada pasada, y repescaron a Denis Suárez. En el club catalán ha habido constante movimiento, ya que en las bajas también hubo novedades: Dani Alves a la Juventus, Bartra al Borussia Dortmund o Halilovic al Hamburgo son las salidas más sonadas.
Hasta el Atleti tiene ya perfilada gran parte de su nueva plantilla, con el fichaje de Gaitán y el de Torres (ahora ya sí de su propiedad), además de los 'desconocidos' Vrsaljko o Diogo Jota. A falta de los movimientos en la delantera, con la marcha de Vietto y la llegada de Gameiro como principal objetivo, Simeone tendría ya gran parte de la plantilla cerrada.
Y en el Madrid, dormidos. O despiertos y tomándoselo con tranquilidad. Ni un solo fichaje cuando solo falta un mes para cerrar el mercado. Solo la recompra de Morata (30 millones) es la única novedad en los de Zidane, que debutan en esta pretemporada en la madrugada del miércoles al jueves (1:30 horas) ante el PSG en Estados Unidos. Ni en las bajas ha habido grandes movimientos: solo la marcha de Borja Mayoral al Wolfsburgo, cedido, ha sido la única destacable.
¿No habrá galáctico?
Al verano bien se le podría asimilar con el sol, la hamaca en la playa, el tinto, el Tour y, desde hace años, con el fichaje millonario del Madrid. Por eso se hace difícil pensar un verano sin un gran fichaje de Florentino. Y dos consecutivos ya sería extrañísimo, porque en 2015 no hubo una gran contratación: la más cara fue Danilo y se cerró en abril.
Parecía Pogba el destinado a ser el gran 'bombazo', incluso batiendo a Cristiano como el madridista más caro de la historia, pero el francés está más cerca de Manchester que de Madrid y los blancos se quedarían así sin el único galáctico que queda en el mercado. Otros nombres, véase Lewandowski, Hazard, Aubameyang o Verratti, no cumplen ese prototipo de estrella mediática, aunque como futbolistas tengan, como mínimo, el notable. André Gomes, aupado por Jorge Mendes, parecía estar destinado a ese papel, pero se lo llevó el Barça.
¿Qué posiciones podría reforzar?
El otro gran fichaje era De Gea. El portero español desapareció por completo de los rumores que le situaban en el Real Madrid. De estar cerca de firmar a ni una palabra sobre su futuro. ¿La razón? El escándalo Torbe. Desde ese momento, el madridismo ha empezado a tener el primer verano en muchos años sin novedad en la portería. Salvo sorpresa mayúscula, Keylor y Casilla seguirán en el club, sin cambios ni polémicas en esta posición.
Teniendo esa posición asegurada, y una vez que Keylor Navas convenció la pasada temporada, el Real Madrid necesita mejorar aquello en lo que falló o lo que tiene más descuidado. Dos refuerzos en defensa sería lo más idóneo, sobre todo si sale el polivalente Nacho. Lo más prioritario sería un lateral izquierdo, aunque Coentrao haya regresado al club. Alaba, del Bayern de Múnich, es la opción que más se desea. También gusta el mexicano Miguel Layún, el último año en el Oporto cedido por el Watford, y Ricardo Rodríguez, del Wolfsburgo.
En el centro del campo se encontró a Casemiro como salvador del equipo, siendo clave para la Undécima. Reforzar esa posición, sin ser priotario, también sería recomendable. Perdido Kanté, que se fue al Chelsea, un viejo deseo vuelve a aparecer: Verratti. No obstante, en el centro del campo se esperará primero a las salidas para configurar los puestos. Al final de la temporada pasada, James e Isco tenían un píe fuera. Ahora tienen los dos dentro. Los mencionados Pogba o Hazard, en caso de traerlos, obligaría a buscarles salida a ambos.
Por último, Zidane necesita un delantero. Cuando Benzema se lesionó, quedó demostrado que el Real Madrid echaba de menos un goleador. Cristiano y Bale se valían por sí solos, pero en varios partidos faltó el 9 que finalizara la jugada. En esa faceta rindió perfectamente 'Chicharito' Hernández en 2014/15 y también Morata un año antes. Precisamente es el canterano blanco el que vuelve a formar pareja con Benzema en el ataque.
Pero Morata ya no es el de 2014. Titular con España y, entre medias, finalista de Champions siendo el líder de la Juventus, el madrileño no aceptará estar a la sombra de Benzema, que es fijo en el esquema de Zidane. Sería un frenazo a su carrera. Lo más lógico es que un gran club de Europa le fiche y en su lugar el Madrid busque otro 9. ¿Aubameyang? ¿Lewandowski? Ninguno de ellos cumple esa idea de un delantero suplente que no moleste la titularidad a Benzema. Si se sigue con esa idea, lo más normal sería que Mariano, delantero titular en el Castilla, se quedara en el primer equipo, formando la alternativa junto a Jesé.
Lo que está claro es que en el partido ante el PSG, primero de la pretemporada, Zidane contará con aquello que ya tenía el año pasado salvo Morata. Antes de su debut oficial ante el Sevilla en la Supercopa de Europa (9 de agosto), tiene el Madrid tres amistosos de entidad: PSG, Chelsea y Bayern. Por ahora, sin fichajes. Y no por culpa del fax.