La última vez que el Real Madrid había pisado Anoeta, Bale se elevó casi tocando el cielo de San Sebastián para dar vida a su equipo en la lucha por la Liga. Su salto, tras pase de Lucas Vázquez, fue la imagen de poderío que el jugador galés mostraba por entonces, aprovechando la ausencia de Cristiano para liderar al equipo.
Cuatro meses después, y con una Eurocopa soberbia entre medias, Bale no quiso esperar más para demostrar las ganas que tiene de comandar a su equipo a por el ansiado título de Liga, el torneo prioritario según reconoció Zidane. Exactamente, un minuto. Cuando se pasaba los sesenta segundos, el galés ya había puesto por delante al Real Madrid en el siempre difícil Anoeta. Y sí, otra vez con un poderoso cabezazo de cabeza. [Narración y estadísticas: Real Sociedad 0-2 Real Madrid]
El precioso remate de Bale, tras otra excelente asistencia de Carvajal, un clásico ya del último pase, dejó vía libre a Zidane para mostrar el Madrid que quiere. Pocas veces se ha visto un inicio tan bueno del equipo blanco de Liga, acostumbrado a continuos tropiezos en las primeras fechas. Pero a la Real Sociedad la anuló con un serio sistema táctico y momentos de buen juego. Y eso que al técnico francés le faltaba medio equipo, con Keylor Navas, Pepe, Modric, Benzema y Cristiano fuera. Solo Morata y Asensio era nuevos, lo que ayudaba a que los otros nueve supieran lo que se pide en este Madrid.
Causó buena sensación Morata en Anoeta, buscando el gol de todas formas, por una banda y por otra, pero en todas estuvo negado. Pocos reproches puede recibir en este partido el delantero, aunque la comparación con Benzema seguirá siendo su peor sombra. Esas ocasiones, y los disparos de Kroos o Kovacic desde segunda línea, fue el peligro que llevó el Madrid. Le sobró. Una buena defensa anuló el poco peligro que llevó la Real para conseguir los tres primeros puntos.
Al Madrid de Zidane se le ven cosas diferentes que al de sus predecesores. Parece que los jugadores han sido los primeros que han aplicado el discurso de su entrenador, que ya les avisó que este año la Liga no se tira desde el inicio. Enchufados desde el primer día, llegaron a hacer cosas pocas veces vistas en este equipo. Un balonazo largo de Varane, con más intención que despeje, le llegó a Marco Asensio, tímido hasta el momento. Era el minuto 40.
El mallorquín, recién presentado tras convencer a Zidane de que se tenía quedar y no ser cedido otro año más, volvió a inventar un gol de quilates. Asensio está malacostumbrando al madridismo por la belleza de sus goles. Tras debutar con gol en la Supercopa, hizo lo propio en Liga. Cuando cogió el balón pensó, vio a Rulli adelantado y la picó. Una vaselina para certificar el partido.
La segunda parte quedó para disfrute del Madrid, que jugó a placer y tuvo 45 minutos para seguir encajando piezas. Y siguió atacando, con un disparo de Kroos al larguero, otro de Kovacic que salvó Rulli... fue una ocasión tras otra que dejó muy buenas sensaciones en el equipo de Zidane, que ilusiona desde el primer partido.
Acabó el buen inicio con otra reivindicación de Gareth Bale, que igualó a Messi con un doblete en su estreno en Liga. El galés finiquitó el partido con un tanto en el minuto 93, tras quedarse solo ante Rulli, regatearle y rematar a placer. 0-3 en el mejor inicio liguero de los últimos cinco años en el Real Madrid. Y lo hizo en Anoeta, uno de los estadios en los que tradicionalmente más sufrieron los blancos, este domingo de azul. El Madrid funciona, Zidane también.