Ángel María Villar.

Ángel María Villar. Patrick B. Kraemer EFE

Fútbol FÚTBOL

Villar renuncia a su candidatura a la UEFA y se atrinchera en la RFEF

La decisión permitiría al presidente de la Federación Española desde 1988 perpetuarse al frente del fútbol nacional.

6 septiembre, 2016 20:35

No las tenía todas consigo desde el principio, y una vez que algunas de las grandes federaciones continentales han decidido su candidato Ángel María Villar ha visto claro su camino. El aún presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido retirar su candidatura a la poltrona del fútbol continental, lo que le deja abierta la puerta a una nueva reelección al frente del fútbol nacional, que preside desde 1988.

Será el próximo 14 de septiembre cuando, muy probablemente, el esloveno Aleksander Ceferin sea elegido como relevo de Michel Platini. El actual presidente de la federación eslovena de fútbol ha recabado los apoyos de varias de las grandes federaciones continentales, entre ellas las de Francia, Rusia y Alemania. Una situación que dejaba la candidatura de Villar muy mermada, pues el holandés Michael Van Praag, tercero de los candidatos, también ha conseguido diversos apoyos de forma pública.

En un comunicado publicado en la página web de la selección española de fútbol (sefutbol.com), Villar se muestra especialmente satisfecho por haber sido designado candidato por la Comisión de Control de la FIFA pues "confirma de modo irrefutable mi aptitud ética e integridad [...] a pesar de algunas opiniones públicas que en los últimos meses así lo habían cuestionado" y afirma que retira dicha candidatura "después de una profunda reflexión" y pese a los "numerosos apoyos que he recibido para continuar con mi campaña".

Villar puede haberse visto lastrado por su fidelidad tanto a Platini en la UEFA como a Joseph Blatter en la FIFA, pues el vasco no sólo ha sido el presidente del fútbol europeo desde que la citada Comisión de Control inhabilitase al francés -lo que le ha colgado el cartel de candidato continuista con un régimen asociado inevitablemente a la corrupción- sino que Villar mantiene su cargo como Vicepresidente del Consejo de la FIFA en la época de mayor convulsión del fútbol mundial tras el FIFAGate. Además, el máximo dirigente del fútbol español seguramente también ha salido perjudicado por los problemas de su hijo, Gorka Villar, antiguo secretario general de la Conmebol, en diversos casos de chantaje y extorsión en el fútbol sudamericano. 

Sin embargo, el mandatario español no sólo ha recibido el apoyo en la campaña continental. "Son abundantes las voces de los representantes del fútbol español que me han hecho sentir y me han solicitado que continúe trabajando por el fútbol de mi país presentando en los próximos meses mi candidatura a presidente de la RFEF", reza el texto. Una referencia explícita a que el próximo 20 de diciembre será candidato a dirigir el fútbol español por octava legislatura consecutiva.

Villar es presidente del fútbol español desde 1988 y en todo este tiempo su gestión ha ido unida a la polémica. Desde la polémica reestructuración del organigrama de la federación a raíz de su desencuentro con Gerardo González, quien fuera su secretatio durante 12 años para convertirse en rival en el juzgado y en las urnas, hasta los encontronazos con el Consejo Superior de Deportes a cuenta de la forma y los protocolos para la realización de las elecciones a la presidencia de la RFEF. Todo ello salpimentado con diferentes acusaciones de corrupción que nunca fueron probadas.

Ahora, Villar vuelve a ser el máximo favorito a la presidencia de la RFEF, donde el único nombre que ha sonado con fuerza como alternativa real es Jorge Pérez, hasta ahora e igual que Gerardo González en su día, secretario general de la RFEF. El tercero de los candidatos sería Miguel Ángel Galán, presidente de las Escuelas CENAFE, donde se imparte el curso de entrenador. Y en Europa, la carrera por suceder a Michel Platini, una vez que Gianni Infantino ha pasado a ocupar la presidencia de la FIFA, será una carrera entre dos: Aleksander Ceferin y Michael van Praag.