Hasta junio de 2012, Rakuten era un desconocido para el común de los españoles. En ese momento, el ‘Amazon japonés’ aterrizaba en el país. Lo hacía con una inversión: compraba la empresa catalana de video bajo demanda Wuaki TV. Cuatro años después, la compañía se convierte en el nuevo patrocinador del FC Barcelona. El acuerdo, que le obligará de nuevo a rascarse el bolsillo con el pago de 55 millones de euros por temporada para lucir su marca en las camisetas de los blaugranas, se anuncia justo tres meses después de que cerrara su tienda online.
Los primeros pasos de la japonesa se dieron a finales de los 90. En 1997, Hiroshi Mikitani, hoy su presidente y consejero delegado, dio forma al que hoy es uno de los grandes nombres del comercio electrónico mundial. El gigante, que cuenta con más de 50 millones de usuarios en todo el mundo, está valorado en bolsa en más de 14.300 millones de euros. En 2015 generó unos ingresos mundiales que superaron los 5.300 millones (y unas ganancias de algo más de 400).
¿Y en España? Realmente es una incógnita. Creó su sociedad española en 2006. Pero no fue hasta 2013, el arranque de su tienda online, cuando generó ventas. Ese año declaró en sus cuentas unos ingresos de apenas 110.000 euros. Un año más tarde superó los 2,7 millones de euros y unas pérdidas por cuantía similar. El balance de 2015 aún no ha sido presentado. Esta filial depende de su matriz, con sede en Luxemburgo, una estructura corporativa similar a la de su competidor, Amazon.
El acuerdo firmado ahora con el F.C. Barcelona supone el pago de 220 millones de euros por cuatro temporadas. Es decir, 55 millones por cada uno de los años. ¿Cuánto representa? Es algo más del 1% de todos los ingresos que generó en el año 2015.
Un negocio más allá del comercio electrónico
Pese a que nació como una tienda en internet, Rakuten es mucho más que eso hoy día. Cuenta con una plantilla de casi 13.000 empleados repartidos por todo el mundo. Y el grupo también tiene tentáculos en segmentos como los viajes, los servicios financieros y banca o las telecomunicaciones.
A esto se suma un fondo de inversión de capital riesgo que cuenta con casi 500 millones de dólares para invertir en distintas ‘startups’ y empresas tecnológicas.
Cerró su tienda en agosto
El idilio de esta compañía con España ha tenido sus altibajos. En 2012 se hizo patente cuando compró Wuaki TV. Y lo fue aún más cuando en agosto del año siguiente abrió su centro comercial en internet. Su objetivo: plantar cara a un Amazon que en aquel momento acumulaba ya dos años con tienda propia en el país.
Pese a sus esfuerzos, el resultado no fue el esperado. Tras tres años bregando para hacer crecer su negocio, desistió. Antes de verano exhibió la bandera blanca y en agosto echó el cierre a su plataforma de venta en internet. La empresa, que tiene un modelo mixto (vende sus productos directamente y da cabida a terceros que venden los suyos a través de su plataforma), se quería concentrar en su negocio en Francia y Alemania.
Otros intereses en España: Wuaki y Cabify
Más allá de su negocio directo, la compañía sigue manteniendo lazos muy estrechos con España. Los tiene gracias a dos inversiones destacadas que ha llevado a cabo en compañías con sello español. Una es Wuaki TV, la compañía catalana de vídeo bajo demanda que trata de competir con Netflix.
La otra es Cabify, la empresa de transporte alternativo con licencias VTC que ha sido denunciada por los taxistas por competencia desleal. Rakuten inyectó 100 millones de euros en la empresa y convertirse así en su principal accionista.