Lucas Hernández, jugador del Atlético de Madrid, ha sido puesto en libertad con cargos tras ser acusado de presuntos malos tratos. El defensa francés fue detenido a las 2:30 horas de la madrugada del jueves al viernes en la urbanización Molino de la Hoz. Estaba presuntamente en estado de embriaguez y había mantenido una fuerte discusión con su pareja. A raíz de ese incidente, la Policía Local de Las Rozas lo arrestó y lo trasladó a dependencias de la Guardia Civil, donde permaneció durante toda la noche.
Ambos han sido imputados por agresión y declararán el lunes. La magistrada, Elena Garade, ha impuesto una orden de alejamiento mutuo de 500 metros después de que por la mañana, tras un juicio rápido, la juez decidiese imputarlos a ambos por agresión. El jugador, tras el incidente, no se pudo entrenar y seguramente no ha entrado en la convocatoria para el partido que su equipo juega contra el Leganés este sábado (18:30 horas). Simeone, que compareció por la mañana, dijo "no tener información", y no opinó con respecto a la detención del jugador.
Su primera versión de los hechos, la que ha venido dando a lo largo de la madrugada ante las fuerzas de seguridad, habla de caída accidental de su pareja durante una discusión que se produjo al retornar el futbolista a su domicilio. Según Lucas, había cenado con varios compañeros de plantilla, de ahí que regresara tarde. Su novia se lo reprochó y, siempre atendiendo a esa versión, golpeó el vehículo del rojiblanco, produciéndose, al intentar éste apartarla, la caída y las lesiones de las que fue atendida después en un centro hospitalario.
El defensa fue llevado posteriormente al juzgado antes de las 11:00 horas. Le fue tomada declaración y fue puesto en libertad a las 16:00 horas después de pasar allí la mañana. Salió por la puerta principal en un Mercedes y no quiso hacer declaraciones.
El jugador del Atlético no opuso resistencia alguna a su detención por maltrato y se encuentra pendiente de las resoluciones judiciales que se tomen, acompañado a lo largo de la jornada por miembros de su familia y por el jefe de seguridad del propio equipo rojiblanco. El club ha pedido respeto para el jugador en un comunidado.