El presidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, ha dimitido de su cargo como vicepresidente de la UEFA y miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA con efecto inmediato, según informa el diario Marca. Villar presentó su dimisión a través de una carta desde la cárcel de Soto del Real y el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, ha aceptado la misiva agradeciendo sus muchos años de servicio al fútbol europeo. "Teniendo en cuenta los procedimientos judiciales en curso en España, no tenemos más comentarios que hacer sobre este asunto", concluye la UEFA.
Villar ha enviado la misma carta a la FIFA, pero el dirigente bilbaíno no ha recibido aún respuesta de este organismo. La renuncia a sus cargos internacionales contrasta con su no dimisión de la Federación Española de Fútbol, organismo dirigido ahora por su tesorero, Juan Larrea. Sus colaboradores esperan mantener el poder durante tres años si en un futuro próximo, como cabe esperar, Villar sea puesto en libertad con cargos.
Fuentes bien informadas han puesto en conocimiento de EL ESPAÑOL negociaciones secretas que estarían teniendo lugar para forzar la dimisión de Villar (imprescindible para la convocatoria de elecciones en la Federación) a cambio de detener la investigación en cierto punto ("no seguir tirando de la manta") y, sobre todo, no empeorar el escenario penal de su hijo Gorka.