A Piqué no le salva de los pitos y abucheos en Alicante ni Manolo el del Bombo
Volvió a enfrentarse a un recibimiento hostil a la llegada de la selección española a la ciudad que acoge su partido contra Albania este viernes.
5 octubre, 2017 14:40Noticias relacionadas
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Gerard Piqué, como era de esperar, fue recibido entre pitos y abucheos a la llegada de la selección española de fútbol al hotel en el que se aloja en Alicante. Importó más bien poco que el alcalde de la ciudad llamase al respeto en la previa: unos 100 aficionados esperaban al jugador del Barça para gritarle cosas como "Catalufo", "Vete a tu casa" y "Catalán" mientras sus compañeros eran aclamados. Él, por supuesto, recibía una pitada inmensa.
Mas tensión contra Pique a su llegada a Alicante, aquí mas claro la que le espera en el partido. pic.twitter.com/tg7xsrHSJP
— Pedro B.Donoso |🇪🇸 (@PedroBDonoso) 5 de octubre de 2017
La hostilidad no pudo ser rebajada ni por el célebre Manolo el del Bombo, que se desplazó a la localidad para apoyar al equipo nacional. Sus gritos de ánimo, a la vez que sus súplicas para que Piqué no fuese abucheado, no sirvieron de nada.
Aunque algunos aficionados mostraron mensajes de apoyo y se podía leer uno que decía "Piqué, te queremos" (también hubo peticiones de seguidores para que se acercara a hacerse fotos), el ambiente sigue igual de caldeado que en el entrenamiento del lunes en Madrid. Hay una tensión que no ha rebajado en absoluto la rueda de prensa de este miércoles.
Recibimiento a Piqué en Alicante. Llegada de la selección al hotel Meliá. Unos 200 aficionados. Entrada por puerta lateral. pic.twitter.com/PMazfWCvuc
— Juanfran Millán (@jfmillancope) 5 de octubre de 2017
En ella, Piqué manifestó su deseo de continuar jugando con España, a la vez que aseguró que no tendría por qué haber problemas en el hecho de que un independentista (aunque él no se declare como tal) juegue con La Roja. También defendió la libertad de expresión, aseguró que se lleva bien con Sergio Ramos y el resto de sus compañeros e intentó apaciguar los ánimos, de todo tipo, apelando al diálogo.
Sin embargo, está claro lo que va a seguir encontrándose el central en cada una de las concentraciones internacionales a las que acuda: un rechazo casi absoluto. Y todavía está por ver qué ocurre este viernes en el estadio José Rico Pérez, donde todo parece indicar que Piqué será de todo menos bienvenido.