En la rueda de prensa tras su renovación con el Barcelona hasta 2022, y tras ser preguntado por cómo actuaría él si los políticos y organizaciones independentistas le pidieran ayuda para conseguir el referéndum de secesión, Gerard Piqué recuperó su discurso político para asegurar que "no se está respetando la voluntad del pueblo de Cataluña" tras las elecciones del pasado 21 de diciembre.
El central del Barcelona, que seguirá hasta los 35 años en el club culé después de la renovación firmada este lunes, comentó de forma breve que "antes de las elecciones pedí que se respetara la voluntad de la gente y tras las elecciones no se está haciendo".
Piqué hacía así referencia a un tuit que escribió un día antes de las últimas elecciones en Cataluña en la que pedía que se respetara el resultado fuera cual fuera en esos comicios ya que "el resultado final será la voluntad del pueblo de Cataluña". Según el defensor azulgrana, y tras más de un mes después de las elecciones, los resultados no están siendo respetados.
En esos comicios, Ciudadanos ganó con 36 escaños pero el bloque independentista (ERC, Junts pel Catalunya y CUP) alcanzaron la mayoría absoluta en escaños en el Parlament, que se constituyó la pasada semana con Roger Torrent como presidente. Más tarde, Torrent propuso a Carles Puigdemont como candidato a la presidencia de la Generalitat.
Mantiene su ataque de "Espanyol de Cornellà"
Piqué, en un tono más conciliador, analizó este lunes su carrera en el Barcelona, aseguró que ha podido equivocarse en algunas cosas del pasado pero que no se arrepiente de ello. Además, no rectificó sobre sus ataques despectivos al Espanyol tras el pasado derbi catalán. "Este fin de semana la Penya jugaba en el Palau y es Joventut de Badalona. Es una obviedad que el Espanyol juega en Cornellà", dijó el culé.
"No tengo la motivación de vestir otra camiseta. Si no jugara en el Barça, lo dejaría", aseguró Piqué, que seguirá en el Barcelona hasta 2022, que refrendó su idea de abandonar la selección española este verano, tras el Mundial de Rusia, y añadió que el brazalete de capitán (que puede coger por la baja de Mascherano) "no cambiaría nada que sea o no sea capitán, seguiré siendo lo que soy y ayudaré igual".
"Soy un jugador diferente, quizás me mojo más de la cuenta y entiendo que un vestuario prefiere otro perfil de jugador como capitán", dijo sobre la posible capitanía. "Siempre he intentado ser un ejemplo aunque sé que en algunas cosas no lo soy", añadió.
Piqué agradeció a Bartomeu, con el que durante un tiempo tuvo discrepancias y que hoy se sentó a su lado en el acto de renovación, "el esfuerzo que se ha hecho" para cerrar esta ampliación de contrato. "Si cumplo el contrato serán 14 años aquí más otros seis o siete en categorías inferiores. Soy socio desde que nací, siento el Barça como mi casa, es el club de mi vida y estoy feliz. Espero que no sea la última renovación", comentó.