Inaudito lo sucedido en el partido de cuartos de final del Mundial Sub20 femenino. La selección de España se enfrentaba a Nigeria, y ya había logrado adelantarse y ponerse 1-0 gracias a un gol de Aitana Bonmatí. No obstante, la jugadora del FC Barcelona pudo ampliar su cuenta de la mejor manera posible de no ser por un grave error arbitral.
Todo ocurrió cuando en una salida, Nnadozie, la portera nigeriana, se vio obligada a tocar el balón con la mano fuera del área. La colegiada del encuentro, la china Liang Qin, decretó libre directo. Aitana Bonmatí se dispuso a lanzar, y su disparo puso el balón en toda la escuadra. Tras rebotar en el larguero, la pelota cayó, traspasando al completo y de manera muy clara la línea de gol. Hubiera sido el golazo del año.
Sin embargo, la árbitro no validó el tanto, errando así gravemente, tanto ella como su asistente. En una competición que no cuenta con el famoso sistema de videoarbitraje (VAR) ni con la tecnología de gol que se utiliza en la Premier League, volvió a quedar demostrado que este tipo de novedades son necesarias para hacer del fútbol un deporte más justo. España lo ha sufrido en sus propias carnes.