El delantero del Liverpool, Roberto Firmino, ha desvelado que temió quedarse ciego después de que en un choque fortuito con Jan Vertonghen, zaguero del Tottenham, el belga le metiera un dedo en el ojo izquierdo en un partido de la Premier League en Wembley, correspondiente a la quinta jornada de la liga inglesa. Acontecimiento que le produjo una gran incertidumbre y terror.

Así lo ha relatado en la cadena británica, Sky Sports, explicando que "tenía miedo" de quedarse "ciego de un ojo y no volver a ver nunca más". "Gracias a dios nada ocurrió y fue mejorando gradualmente. Me he estado tomando mi medicación y cuidándome porque los ojos son muy importantes cuando eres futbolistas profesional", ha señalado.

Finalmente, todo quedó en un susto y el diagnóstico fue de una abrasión en el globo ocular. El brasileño, tras ello, tuvo que entrenarse durante varios días con unas gafas especiales y fue sentado en el banquillo en el duelo de Champions League contra el Paris Saint-Germain debido a sus problemas de visión.

Su recuerdo tras el golpe

"Estaba asustado, pero el dolor, gradualmente, se fue pasando después de que el doctor me diera un analgésico. Cuando el incidente pasó, todo estaba borroso y no podía ver por mi ojo izquierdo", recordaba Firmino sobre el hecho que vivió dentro del terreno de juego. 

No obstante, el futbolista ya juega con total normalidad y sin tener que llevar puestas las gafas protectoras que le recomendaron. Además, su equipo, que va segundo en la liga inglesa y que ganó al conjunto galo en la primera jornada de la máxima competición europea, se enfrentará este domingo en Anfield a los actuales campeones de la Premier, el Manchester City.

Los de Jürgen Klopp intentarán lamerse las heridas y volver a retomar buenas sensaciones dentro del césped, debido a que en los tres últimos partidos que han disputado no han logrado la victoria, saliendo derrotados en dos de ellos.

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