Durante el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Águila, Jeison Lucumí tuvo un encontronazo con un jugador de su mismo equipo, Dayro Moreno. Al futbolista se le viene criticando desde hace tiempo sus actitudes sobre el verde, y una vez más dejó en evidencia sus malas formas.

Con el marcador empatado a cero, en el minuto 88 se desató la locura en el terreno de juego. El árbitro indicó falta cerca de la portería de Camilo Vargas, y Dayro Moreno no dudó en pedir tirarlo. El conflicto vino cuando su compañero, Jeison Lucumí, manifestó que su intención de querer también chutar ese tiro libre. Tras varios minutos de verdadera tensión sobre el césped, y a pesar de que sus compañeros intentaron calmar los ánimos, Lucumí le propinó un cabezazo a su propio compañero de equipo. El árbitro no dudó en enseñarle tarjeta roja al jugador, quedándose el Atlético Nacional con diez hombres sobre el terreno de juego.

El encontronazo pudo agravarse en el vestuario 

Pero la discusión no finalizó ahí, cuándo el árbitro señaló el final del encuentro, Dayro Moreno no dudó en correr hacia los vestuarios en busca de su compañero, Moreno. Por suerte el resto de jugadores se percataron de la situación y evitaron una segunda pelea. Al finalizar el partido, el presidente del club Juan David Pérez, presentó sus disculpas a la afición en nombre de todo el equipo y aseguró que este lunes se reunirían con los jugadores para evitar dar más espectáculos bochornosos como el del pasado domingo. 

En rueda de prensa, el entrenador Hernán Herrera hizo referencia a la discusión entre los jugadores del elenco antioqueño. Aunque no quiso profundizar en el tema, señaló que "son cosas que suceden, eso se va a quedar en el vestuario y se va a solucionar, somos maduros y muchos tienen experiencia, tenemos que unirnos más". 

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