Pep Guardiola desvela la decisión más dura de su carrera

Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, compareció ante los medios en rueda de prensa en la previa del encuentro que enfrenta a su equipo ante el Burnley que se disputa el sábado 20 de octubre a las 16:00. Ante las preguntas de los periodistas, Guardiola reconoció que la decisión más difícil de su carrera fue la de dejar marchar al entonces capitán del equipo mancuniano, Joe Hart.

“Fue la decisión más dura que he tenido que tomar como entrenador porque, en el poco tiempo que estuvimos juntos, fue muy profesional en la forma en la que reaccionó”, dijo el entrenador español, que aseguró que el motivo fue la carencia de habilidades del portero británico para jugar el balón con los pies, una característica necesaria para desarrollar el juego que quiere Guardiola.

Precisamente en el próximo encuentro se vuelven a enfrentar ambos, pues Hart es ahora el guardameta del Burnley. Joe Hart jugó 348 partidos con la camiseta del Manchester City, una carrera que se truncó con la llegada de Guardiola a la ciudad británica. Desde entonces, Hart ha pasado por las filas del Torino y del West Ham United antes de llegar a su actual equipo.

Hart durante un partido de la International Champions Cup Reuters

Guardiola tardó en encontrar seguridad en la portería

Cuando llegó Pep Guardiola trajo consigo a Claudio Bravo desde Barcelona por dieciocho millones de euros, pero no logró asentarse en la Premier League y terminó jugando Willy Caballero en una temporada en la que el equipo cayó en octavos de final de Champions, en semifinales de F. A. Cup y en la cuarta ronda de la Copa de la Liga, siendo además tercero en la Premier. 

La temporda siguiente el Manchester City se hizo con los servicios de Ederson Moraes, procedente del Benfica, por el que pagó más de 50 millones de euros y que es el guardameta titular a día de hoy. Esa campaña, la 2017-2018, fue mucho mejor en el lado azul de Manchester, donde se proclamaron campeones de Premier League y de la Copa de la Liga.

Claudio Bravo en un partido con el Manchester City Reuters