Es oficial. Se aplaza la final de la Copa Libertadores. El superclásico entre Boca Juniors y River Plate está siendo una novela que no parece tener fin. El partido definitivo de la competición debía haberse disputado este pasado sábado, pero los incidentes ocurridos en la previa del duelo hicieron que se tuviera que aplazar hasta este domingo, pero finalmente tampoco se disputará y todavía no hay fecha confirmada de cuando se podrá disputar el encuentro.

En otra publicación en las redes sociales anunciaron que la nueva fecha se decidirá en una reunión el próximo martes 27 de noviembre en Asunción a las 10 de la mañana hora argentina - 14:00 horas en España-, donde se decidirá junto a los presidentes de ambos clubes cuándo debe jugarse la resolución de está final a doble partido de la Copa Libertadores.

Este hecho se produce después de que Boca Juniors hiciese público un comunicado en el que solicitó la suspensión del encuentro. La entidad bonaerense realizó "una presentación formal ante la Conmebol" para solicitar que la final de la Copa Libertadores se pueda disputar en condiciones de igualdad, tal como acordaron los presidentes de la entidad sudamericana, de Boca y de River, en el acta que firmaron el sábado en el Monumental".

Boca también aseguró que "solicitó postergar el partido por los incidentes y se estableció como prioridad que el mismo pueda ser disputado en igualdad de condiciones". El comunicado continuó afirmando que "luego de los hechos de violencia sufridos en las inmediaciones del estadio, de haber constatado la magnitud y gravedad de los mismos y las consecuencias que han generado en el plantel, Boca considera que esas condiciones no están dadas y solicita la suspensión del partido".

La posibilidad de que le concedan el título a Boca

Sin embargo, la petición de Boca Juniors no acabó con pedir la suspensión del encuentro. El cuadro argentino también pidió sancionar a River Plate por todos estos incidentes. Los dirigentes del 'Xeneize' "la aplicación de las sanciones correspondientes previstas en el Artículo 18, para que la Conmebol actúe en consecuencia". Este castigo podría suponer la concesión automática de la Libertadores para Boca ya que es el castigo más grave según el artículo de este reglamento.

"Pienso que los partidos se ganan adentro de la cancha, pero también debo respetar el estatuto, porque no soy dueño del club, sino presidente. A veces no podés actuar según lo que pensás", manifestó Daniel Angelici, presidente de Boca. 

River Plate tenía claro que quería disputar el encuentro y así lo hizo saber a través de su cuenta de Twitter, anunciado la hora de apertura de puertas para poder entrar al estadio. Finalmente, la Conmebol ha decidido suspender el encuentro y todavía queda por saber cuál serán las medidas que se llevarán a cabo después de las peticiones de Boca y que se haya acabado por suspender el partido.

"River nunca quiso jugar con ventaja. Ayer firmamos jugar hoy a las 17, pero no se pudo y está bien. No tengo ninguna duda de que el partido se va a jugar en River y con gente", dijo D'Onofrio, presidente de River, quien se encargó de resaltar que el partido no fue "suspendido" sino "pospuesto".

"Para el fútbol argentino esto es una tristeza. Unos pocos inadaptados manchan al fútbol argentino, una fiesta que estaba esperando todo el fútbol mundial. Teníamos jugadores con problemas visuales, respiratorios. La parte médica es lo físico y lo psíquico. Ayer no estábamos en condiciones de jugar. Yo no quería jugar, pero igual le dije al entrenador por si no podía convencer, se tenía que jugar", ha exclamado el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, sobre la suspensión del encuentro.

También ha dado varias declaraciones el entrenador del conjunto visitante Guillermo Barros Schelotto: "Antes de cualquier pregunta que quieran hacer. Lo que nos tocó vivir previamente a una final, no es lo que se debe vivir. Lo mejor para Boca era no jugar porque no estamos en las mismas condiciones que River". "Desde lo deportivo estábamos totalmente en desventaja para poder jugar. Es lo que le manifesté al Presidente. Le exigimos mucho al jugador y estábamos en desventaja", ha sentenciado el entrenador argentino.

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