Pasada la media hora del partido entre el Manchester United y el Barcelona, los diablos rojos pidieron penalti tras una caída de McTominay ante Gerard Piqué en el área defendida por Ter Stegen. El colegiado del encuentro hizo un claro gesto de que se había tirado, mientras que desde la sala del VAR no consideraron que había pena máxima.
Tras el tanto inicial de los visitantes, el cuadro inglés se ha lanzado con más agresividad hacia el área culé, donde se ha cometido esa acción que el colegiado no ha dudado en ningún momento. Incluso los jugadores locales no han protestado de manera aireada esa acción. El contacto es leve, pero Gianluca Rocchi no ha señalado la pena máxima.
Y el partido había comenzado con varias acciones polémicas. Ya que antes de este posible penalti, el VAR otorgó un gol en el minuto trece para los visitantes. En la jugada estaba involucrado Piqué, que disputaba uno de los partidos más especiales para él, ya que jugó en United antes de dar el salto al Barcelona. Desde el primer momento el central catalán negó cualquier contacto contra el jugador rival.
Mucho trabajo para el árbitro
La primera parte ha sido de enorme exigencia para el colegiado, que ha visto como la tecnología ha tenido que hacer acto de presencia en dos ocasiones, ambas con resultado favorable para los intereses de los visitantes. Se presentaba un partido con grandes alternativas, algo que desde un primer momento tildaba de muy importante el papel del colegiado. Acciones de mucha exigencia donde no se podía permitir el mínimo fallo, motivo por el cual el VAR ya se ha presentado de manera muy clara en esta eliminatoria.
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