El debut de Xavi Hernández como entrenador, el paso inmediato al frente de Al-Saad qatarí después de cerrar su etapa como jugador, se saldó con un empate (1-1) ante el Palamós, un equipo de Tercera División española que llevó las riendas del juego durante buena parte del partido.
A Xavi le queda trabajo si quiere que su equipo dé que hablar, aunque tiene el margen que se le concede a un debutante y también a un conjunto que se encuentra en fase de preparación.
Un total de 1.400 personas se dieron cita en Palamós con la motivación de ver al exazulgrana, cuyo nombre suena como futurible para el banquillo del Camp Nou. El partido no tuvo nada de especial, el típico de pretemporada lleno de cambios y en el que los locales demostraron que, como mínimo, se conocen más.
La primera mitad acabó sin goles, con Xavi Hernández de pie en todo momento dando instrucciones desde la banda, aunque el árbitro, o para ser exactos el VAR, se encargó de anular un tanto del Palamós por una mano en el centro del campo.
En la reanudación, el cuadro catalán siguió apretando y obtuvo frutos en forma de penalti que transformó David Cano en el minuto 32. La alegría duró sin embargo muy poco, apenas siete minutos, porque el Al-Saad, después de casi todo el encuentro con el freno de mano puesto, puso la quinta y Nam Tae-Hee acabó enviando el balón al fondo de la red con un fuerte disparo desde dentro del área.
Apenas hubo tiempo para más, aunque el cuadro qatarí, lanzado en esos compases finales, tuvo alguna oportunidad más, pero no pudo convertirlas y dejó definitivamente que el marcador del debut de su nuevo técnico, el que quedará para la historia, fuese ese empate ante el decano del fútbol catalán.
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