El futbolista Emiliano Sala y el piloto David Ibbotson se habrían intoxicado en pleno vuelo después de que la avioneta que se estrelló en el Canal de la Mancha el pasado 21 de enero se llenara de monóxido de carbono, según los últimos informes de los investigadores. Nace, por tanto, la posibilidad de que ambos hubieran quedado inconscientes antes del trágico accidente.
Las pruebas de toxicología realizadas en el cuerpo del futbolista de Cardiff City mostraron niveles de carboxihemoglobina, formados en la sangre cuando se exponen al monóxido de carbono, por encima de lo generalmente considerado como potencialmente mortal.
Los inspectores de la Junta de Investigaciones de Accidentes Aéreos (AAIB) dijeron que, dado que la cabina del piloto del avión ligero Piper Malibu no estaba separada, era probable que Ibbotson, el piloto de la aeronave, también se hubiera visto afectado.
Ambos pudieron quedar inconscientes
Este gas, incoloro e inodoro, se produce en altas concentraciones en los aviones con motor de pistón, pero ha de ser extraído por el sistema de escape. Una fuga en el sistema de calefacción y ventilación podría haber llevado el gas a la cabina del avión.
Los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono varían desde problemas de juicio y somnolencia hasta la confusión, visión borrosa y pérdida de coordinación, con convulsiones, pérdida del conocimiento y ataques cardíacos probablemente al nivel de exposición registrado en la sangre del cuerpo de Emiliano Sala.
Aunque los investigadores no han ofrecido una conclusión, el informe emitido por la AAIB podría explicar por qué el avión que transportaba a Sala se cayó miles de pies en segundos después de girar 180 grados. El piloto solicitó un descenso minutos antes después de encontrarse con un temporal durante el viaje de Nantes a Cardiff el pasado 21 de enero.