El 29 de noviembre de 2016 tuvo lugar uno de los episodios más trágicos que se recuerdan en el deporte. El Chapecoense sufrió un terrible accidente de avión que quitó la vida a casi toda la plantilla del club, incluyendo al cuerpo técnico. Tan sólo lograron sobrevivir tres jugadores: Jakson Follmann, Neto y Alan Ruschel.
Se trataba de un inolvidable viaje porque se desplazaban para disputar la final de la Copa Sudamericana. Un partido que nunca disputaron y que supuso un antes y un después en la trayectoria del equipo brasileño. Uno de los supervivientes, Alan Ruschel, se convirtió en un auténtico héroe. No solo por haber conseguido seguir adelante sino por su gran capacidad de superación.
El futbolista tenía riesgo de perder la movilidad: "Alan Ruschel llegó con una compresión en la tibia, compresión abdominal y la vértebra diez fracturada. Después de la cirugía, en condición estable, se fue a la clínica de Río Negro para los exámenes, ya que las secuelas en las extremidades inferiores llevan a riesgo de pérdida de movimiento".
No obstante, en menos de un año volvió al terreno de juego. Una gran hazaña que se ha visto condicionada por su extraña salida del club. Alan Ruschel ha decidido marcharse cedido al Goiás aunque sin el respaldo del Chapecoense. El central salió solo a comunicar su decisión sin contar con el apoyo de ningún miembro de la directiva.
Además, sus últimas palabras han suscitado aún más polémica y misterio: "Mi idea de salir es para callar las bocas de algunos bobos que dicen cosas que no deben. Si alguna vez incomodé a alguien no fue por no trabajar. Me voy con la cabeza bien arriba y por haber hecho lo mejor aquí dentro".
[Más información en: Dos años desde la tragedia aérea del Chapecoense: qué ha sido de los supervivientes y del club]