El presidente del Valencia, Anil Murthy, explicó a través de una entrevista a la web del club, que los motivos que propiciaron la destitución del entrenador Marcelino García Toral, el pasado 11 de septiembre, fueron las discrepancias constantes y el desafío del técnico al modelo de club que defendía el propietario Peter Lim y reconoció que debieron de dar una mejor explicación de los sucedido en su momento.
"Hubo una pérdida de confianza con su papel en el modelo de club que la propiedad tiene a largo plazo. En verano se fue dando un distanciamiento entre las decisiones del club y el papel decisivo, de muchísima influencia, que Marcelino exigía en la política de fichajes, además con una presión pública que puso las cosas todavía más difíciles", señaló en las primeras explicaciones oficiales de la destitución del técnico asturiano.
"El club le había apoyado en todo, incluidas sus decisiones sobre el mercado. Incluso en el peor momento deportivo, en enero, fue Peter Lim quien decidió finalmente seguir apoyándole. Este verano, sin embargo, era inaceptable un desafío y una discrepancia individual constante hacia ese modelo de club y que no iba a parar. Su proyecto era distinto al del propietario", sentenció.
Una decisión dolorosa
El máximo dirigente del club reconoció que fue "una decisión dolorosa". "Debimos explicar mejor, un error que vamos a mejorar. A veces las decisiones importantes son difíciles de comprender en el corto plazo. Ahora todo el mundo está viendo que nuestra intención es seguir creciendo, con otro entrenador, Albert Celades, pero con la misma ambición".
Murthy desmintió la teoría esgrimida por Marcelino en su rueda de prensa de despedida en la que aseguró que fue destituido por ganar la Copa del Rey, ya que, según reveló, le habían pedido desde el club que centrase sus esfuerzos solo en la Liga para poder lograr la clasificación para la Liga de Campeones.
"Esa pérdida de confianza por las diferencias sobre el modelo de club del máximo accionista nada tiene que ver con competir y ganar un título oficial, nunca renunciaríamos a eso. ¿Cómo no va a querer Lim ganar un título? Millones de personas de todo el mundo vieron al Valencia ganar una final al Barça de Messi. ¿Hay mejor promoción de la marca Valencia que eso?", se preguntó.
Los fichajes, motivo de discrepancia
El presidente valencianista relató que la destitución de Marcelino no se debió a una cuestión de desconfianza por resultados concretos sino "por algo mucho más importante" como fue ese" gran distanciamiento" con el modelo de club de futuro.
"Él había querido hasta el cierre de mercado confeccionar una plantilla diferente. Desde la premisa de ser competitivos, la idea de la propiedad es la de una plantilla con jugadores jóvenes, con una parte importante de la Academia, y solo algunos fichajes estratégicos, como los Rodrigo, Andre, Cancelo, Guedes o el propio Maxi", explicó.
"En los dos últimos años, la edad media del equipo había ido creciendo y, sin embargo, Ferran o Kang In están demostrando, pese a ser jugadores con mucho margen de mejora, que merecían una mayor apuesta, que podían ayudar mucho más dentro de la plantilla que dejándoles fuera", prosiguió.
¿Y Alemany?
Sobre la situación en la que queda el director general del club, Mateu Alemany, que formó un tándem muy fluido y estrecho de trabajo con Marcelino y que no tuvo conocimiento de su destitución ni del fichaje de su sustituto Albert Celades, hasta que estuvieron consumados los hechos, Murthy admitió que el directivo valora marcharse ya que considera que no encaja en el actual proyecto.
"En el caso de Mateu Alemany, desde el verano y, especialmente tras el cambio de Marcelino, no tiene claro su encaje en este proyecto, nos hace ver que la situación es diferente para él y que valora marcharse. También hay que poner en valor todo su trabajo por el club, cuyos intereses siempre ha defendido en público. Hay que hablar y ver qué sucede", concluyó.
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