Así se rompió la relación fraternal entre Robert Moreno y Luis Enrique: los motivos de una 'traición'
Discípulo y maestro separan sus caminos para siempre entre acusaciones de falta de lealtad y con Rubiales habiendo jugado a dos bandas.
19 noviembre, 2019 17:58'Amigos para siempre' cantaban Los Manolos en la canción que se popularizó en 1992. Luis Enrique era por aquel entonces uno de los integrantes de la selección olímpica de fútbol que conquistó el oro en Barcelona 92. El asturiano, con un círculo de amistades muy pequeño, ha tenido en Robert Moreno durante los últimos años a un discípulo y compañero de viaje.
El catalán acompañó a 'Lucho' en sus etapas en Roma, Vigo y Barcelona. Durante el año que el técnico no entrenó, Moreno pasó a ser asistente de Juan Carlos Unzué en el Celta. Posteriormente, y tras la abrupta eliminación de España en el Mundial de Rusia, volvió a juntarse con su maestro en la Selección.
Robert Moreno dio un paso al frente para suceder temporalmente a Luis Enrique en el cargo de seleccionador. Eran los tiempos de amor fraterno. El asturiano también bendijo a su discípulo cuando decidió renunciar definitivamente al banquillo por la grave enfermedad de su hija.
Rubiales presentó entonces, el 19 de junio, a Robert Moreno como seleccionador español con todos los honores. El presidente de la RFEF quitó la etiqueta de eventual al catalán y le nombró entrenador del combinado nacional hasta la Eurocopa. Cierto es que dejó la puerta abierta al regreso de Luis Enrique en un futuro, pero afirmando a la vez que se comenzaba una "nueva etapa" y que 'Lucho' había dejado claro en su comunicado que ponía fin a sus días en la Selección.
Moreno fue el salvavidas al que se agarró Rubiales para la fase de clasificación. Sin tiempo y sin candidatos de renombre decidió apostar por la continuidad y por la inexperiencia del que había sido segundo de Luis Enrique. Lo cierto es que esa confianza fue solo de cara a la galería y nunca vio en Robert a su seleccionador.
A finales de septiembre, a las pocas semanas del trágico fallecimiento de Xana, comienza a romperse la relación fraternal entre Luis Enrique y Moreno. El primero de ellos confirma al segundo que se ve con fuerzas para regresar a entrenar. Es entonces cuando el propio Robert confirma a Rubiales el deseo de 'Lucho'.
La RFEF siempre había dejado la puerta abierta a Luis Enrique, según Rubiales, pero ha sido el propio presidente el que ha virado en la rueda de prensa celebrada este martes entre distintas explicaciones. Unas veces que el regreso de 'Lucho' era automático si así él lo deseaba y otras que solo era una opción a valorar con Molina. Total, un caos.
En medio de los dimes y diretes está el alejamiento entre Robert Moreno y Luis Enrique. El primero de ellos porque entiende que está sentenciado desde hace semanas y que su amigo y maestro mantiene conversaciones a sus espaldas con Rubiales. Por su parte, 'Lucho' cree que su discípulo se ha intentado agarrar a un puesto que no le pertenece y al que solo llegó por su problema personal.
La tensión va aumentando con el paso de los días hasta que Rubiales, convertido en el bombero pirómano, no asegura la presencia de Robert Moreno en la Eurocopa después de golear a Malta. Lo cierto es que para entonces la confianza de la RFEF en el seleccionador es nula. Se cree que tiene mano blanda y que son los futbolistas quienes tienen el mando. Además, no cuenta con el respaldo de algunos pesos pesados del vestuario que añoran a Luis Enrique.
Robert Moreno se considera entonces maltratado por la RFEF y traicionado por su amigo y antiguo jefe. Exige saber ya lo que va a suceder con él. En el ambiente ya flota la idea de que no será el seleccionador en la Eurocopa y que la decisión está tomada. El catalán cree que solo le intentan dar largas y que Luis Enrique será seleccionador el próximo 1 de enero de 2020.
Las lágrimas de Robert Moreno
El despido a Moreno se lo comunica Molina en el vestuario del Wanda Metropolitano. El técnico rompe a llorar. Se queja de las formas de la RFEF y, especialmente, de Rubiales. Los propios jugadores no sabían nada y se enteran después. Un nuevo calentón del presidente provoca un terremoto en la Selección. Poco más de doce horas después del pitido final en el Wanda Metropolitano ante Rumanía se hace oficial el regreso de Luis Enrique y el despido de Robert Moreno.
No existió en ningún momento posibilidad alguna de que Moreno regresara a su anterior puesto. Ni él quería ni Luis Enrique se lo ofrece. La relación ya está completamente rota. El amor fraternal ha dado paso a un cruce de acusaciones como en cualquier divorcio. Rubiales, mientras, se pone de perfil.
Rubiales y la batalla del relato
El que acompañará a Luis Enrique como ayudante será Juan Carlos Unzué. La carrera en solitario del navarro no ha sido fructífera y fue despedido del Girona el pasado mes de octubre. Ahora volverá a ser asistente de 'Lucho' hasta Catar 2022, pero en esa familia que siempre era el staff del asturiano faltará Robert Moreno. El salvavidas al que se agarró Rubiales y después pinchó sin compasión.
La RFEF intentó ganar la 'batalla del relato' con la comparecencia de Rubiales y Molina. Incluso el presidente volvió a citar textualmente un mensaje de Moreno. No es la primera vez que el máximo dirigente amenaza o enseña conversaciones privadas. Una historia de deslealtades e incongruencias. El propio Molina lo señaló en rueda de prensa al afirmar que "no es lo mismo Luis Enrique que Robert Moreno" como entrenador.
La última imagen de Moreno como seleccionador es la de un hombre hundido, saliendo solo del Wanda Metropolitano y sin apoyo alguno de la RFEF. De hecho, tan maltratado se siente por Rubiales, que mandó a sus abogados a la reunión con el presidente y Molina planificada para la mañana de este martes.
Ahora, la RFEF volverá a pagar un finiquito por sus malas artes a la hora de comunicar un despido. Rubiales, como si del Jesús Gil más enloquecido se tratara, se ha convertido en un extraña máquina de triturar entrenadores sin compasión.
Queda pendiente la versión que dará Robert Moreno, aunque esta no se producirá hasta que cierre su salida de la RFEF y cobre íntegramente su contrato. El catalán ha perdido mucho más que un trabajo en las últimas horas, pero es que hace tiempo ya había roto su relación con Luis Enrique. El 'Amigos para siempre' ya no volverá a sonar.