Las contradicciones de Luis Rubiales con Robert Moreno en sus cinco meses como seleccionador

En este último fin de semana se han precipitado los hechos en torno al banquillo de la selección española. Desde la llegada de Luis Rubiales a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol, entorno a ese puesto hay un maleficio que está provocando los problemas más grandes de su gestión. La salida de Julen Lopetegui a días de comenzar el Mundial de 2018 ya fue polémica, y esta de Robert Moreno también promete a falta de que los dos entrenadores den su versión de los hechos.

Moreno llegó al banquillo de la Selección con la marcha de Luis Enrique por motivos personales. Era su segundo entrenador en esta etapa y en todos los equipos por los que ha pasado el asturiano. Y parecía todo claro en cuanto a que si el ex del Barça quería volver en algún momento, la Federación iba a poner de su parte para facilitarlo y el hasta este martes técnico de España daría un paso al lado.

Pero parece que Rubiales no lo ha tenido siempre tan claro viendo las contradicciones entre sus palabras el día de la presentación de Robert Moreno y su comparecencia en la que anunció el regreso de Luis Enrique.

"Su etapa ha terminado"

Rubiales sentenciaba esa frase cuando se refería a lo que le había transmitido Luis Enrique antes de anunciar el cambio de entrenador. El presidente de la RFEF se remitía al comunicado que había hecho el exjugador del Barcelona para explicar los motivos de su salida de la Selección. Era lo que infería de esa famosa charla en la que le había transmitido "toda la fuerza" y, a la vez, se supone, le dejaba claro que tendría "la puerta abierta para volver cuando quisiera".

Capeado todo el temporal que vivió Luis Enrique en lo personal le confirmó a Rubiales en la reunión del 31 de octubre de Zaragoza, y antes, también a Robert Moreno a finales de septiembre, su clara intención volver. Durante ese tiempo el respaldo que había recibido desde la directiva confundió al ya exseleccionador hasta el punto de decir en la rueda de prensa del partido en Cádiz que las posibilidades de que estuviera en la Eurocopa eran "diez de diez".

¿Se lo esperaba?

Durante toda la rueda de prensa del anuncio de la vuelta de Luis Enrique, Rubiales ha fijado el foco en que el que ha precipitado los sucesos ha sido Robert Moreno en el momento en el que dice que no va a continuar. Antes, afirma Molina que el exentrenador nacional le envía un mensaje exigiendo saber qué iban a hacer con él ante los rumores de la vuelta del ex de Celta y Roma, entre otros.

Parecía que estaba claro que en el momento que Luis Enrique estuviera listo para regresar, todos ayudarían a que continuase con el proyecto que inició con la Nations League. Pero tan certero empezó Rubiales este martes que fue variando su mensaje según pasaba la rueda de prensa. "En octubre hablamos de la posibilidad de que volviese, no se ha hablado nada de contratos hasta el lunes cuando nos lo comunica Robert", comentaba sin dejar claro cuándo se iba a dar ese paso a un lado.

La mejor opción para "suavizar"

También dejó claro Rubiales que la elección de Moreno era "la mejor manera de suavizar el regreso de Luis Enrique" como una apuesta por "la continuidad del proyecto que comenzó tras el último Mundial". La duda está en cómo de transparente, palabra que se encarga de enarbolar en su bandera el presidente de la Federación cada vez que habla en público, se ha sido con Robert sobre lo que se habló en la reunión de octubre.

Decía Rubiales en la presentación de Moreno que "no se precipitarían los acontecimientos" cuando llegase ese momento, pero, sin conocer lo que ha pasado entre los dos entrenadores, ha sido todo lo contrario. Tanto se han precipitado que este martes, ante la prensa, llegó a ironizar ante la insistencia de los periodistas con que "igual Robert no se lo esperaba". 

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