Hace casi un año el Santiago Bernabéu se convirtió en el centro del universo fútbol para vibrar con el 'Superclásico' del fútbol argentino en la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors. Los millonarios se hicieron con una final histórica por ser la primera que se decidía fuera de territorio sudamericano.
Este sábado se jugará la final de una nueva edición de este torneo y también será histórica. Será la primera vez que se dispute a un partido único, por lo que salir ganador del Estadio Monumental de Perú también tendrá un sabor especial. Este encuentro viene precedido, como el año pasado, porque se iba a jugar en otra sede. Iba a ser en un principio en Santiago de Chile, pero, ante la situación que vive la capital y el país, se cambió la sede para poder comprometerse con la seguridad del evento.
Pero lo más importante son los protagonistas de la final. River Plate busca repetir el triunfo en Madrid, mientras que Flamengo quiere la segunda Libertadores de su historia después de la que consiguió hace 38 años. Argentinos y brasileños pondrán toda la carne en el asador para igualar, como mínimo, el espectáculo que supuso el segundo partido de la final vivida en España.
Fla, ante la historia
Jorge Jesús ha devuelto a un lugar de privilegio al equipo de Rio de Janeiro. El Mengão llega a esta final tras haber superado a Gremio holgadamente. 6-1 en el global para un Flamengo que basa su éxito sobre todo en los pies de 'Gabigol' y Bruno Henrique.
El primero es el máximo goleador del torneo con siete tantos. Un delantero dio el salto a Europa y que está más que capacitado para superar a las defensas sudamericanas, a pesar de que no ha tenido éxito aún en el Inter de Milán, el equipo al que pertenece. Gabriel Barbosa también se beneficia mucho de la calidad de Bruno Henrique. El ex del Wolfsburgo llegó esta temporada procedente de Santos y se ha ganado a la afición del Mengão a base de goles. Cinco lleva en esta edición de la Libertadores.
Pero sobre todo destacan los grandes fichajes que hizo este último año. La llegada de Rafinha, el ex del Bayern, y de Filipe Luis, procedente del Atlético de Madrid, ha cambiado al equipo. La experiencia de estos dos se une a la de Diego Alves, exportero del Valencia, para crear un bloque que se ha convertido en un conjunto fuerte mentalmente y que ha generado una unión con su entrenador hasta el punto que River cree que será más complicado que enfrentarse a Boca la temporada pasada.
De hecho, no estarán solos en Lima. 50.000 hinchas se han movilizado y se van a movilizar para vivir la final en la capital de Perú, aunque solo podrán entrar 13.000. La exclusividad del evento para el equipo brasileño ha provocado esta gran marea rubronegra que invadirá la ciudad peruana.
River quiere repetir
Con la final del año pasado aún en la retina hasta el punto de ser denominada la "final del siglo", el cuadro argentino llega a esta final con el objetivo de volver a ser el campeón de América. Los del 'Muñeco' Gallardo regresaron a una final tras superar en otro 'Superclásico' en las semifinales. Superaron al equipo de Gustavo Alfaro gracias al 2-0 de la ida en el Monumental, aunque sufrieron en la Bombonera con el 1-0 con el que acabó el partido.
La gran duda será si el 'Muñeco' usará una defensa de cinco o mantendrá el habitual 4-4-2. Si opta por lo primero, correría peligro la presencia de la perla argentina, Exequiel Palacios. El sudamericano que ha sido vinculado incluso con el Real Madrid es la punta de un diamante experimentado con la presencia de Franco Armani en portería y Enzo Pérez, el exvalencianista que ha encontrado una segunda juventud en Argentina.
Son varios los cambios que presenta el equipo millonario con respecto a la final de la Copa Libertadores del año pasado. Ni Maidana, ni Gonzalo Martínez forman parte ya del conjunto de Buenos Aires. Tampoco parece que serán titulares Lucas Pratto, que igualó el encuentro del Bernabéu, ni el veterano Leo Ponzio ni el héroe Juan Fernando Quintero. Pero la gran figura de este proyecto es su entrenador. Y con Gallardo en el banquillo todo es posible para River Plate.
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